Un niño, de un año y ocho meses, perdió la vida a manos de su madre, quien lo golpeó hasta romperle las costillas. Este trágico suceso tuvo lugar el 19 de junio en Warnes y se convierte en el cuarto infanticidio en Santa Cruz y el duodécimo en Bolivia.
Según el fiscal departamental de Santa Cruz, Roger Mariaca, la principal sospechosa es la madre, de 26 años, quien fue detenida con fines investigativos. Entre las pruebas recolectadas se encuentran declaraciones del personal de una clínica solidaria que atendió al pequeño, testimonios de familiares y el resultado del examen psicológico y social del hermano del fallecido, un niño de tres años, quien afirmó que su madre golpeaba constantemente al bebé. El cuerpo de la víctima presentaba múltiples signos de violencia.
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