Al menos 4.000 familias de poblados ribereños, principalmente indígenas, son los damnificados por la sequía en la parte baja del río Pilcomayo, según datos de la Comisión Nacional de Regulación del Paraguay.

El director de esa entidad estatal del país vecino, Darío Medina, dijo que la falta de lluvias en ese afluente genera escasez de agua y mortandad de peces.
«Hay unas 4.000 familias afectadas en la cuenca del Pilcomayo que realmente están atravesando por un momento muy crítico», afirmó Medina en contacto con EL DEBER desde Asunción (Paraguay).
A su criterio, la sequía en el Pilcomayo debe ser la peor que recuerde en los últimos años.
La anomalía climatológica en la parte baja de ese afluente, que atraviesa por territorio de Bolivia, Argentina y Paraguay, dejó sin agua a ganado bovino, caprino y ovino de las familias ribereñas.

Además, sin sustento alimenticio para los damnificados por la mortandad de especies piscícolas.
Medina indicó que se articula con la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) la entrega de asistencia alimentaria y el traslado de agua en cisternas.
«Cuando la situación de la sequía se agrava, algunas comunidades beben del río, pero es más por los animales, ovejas, cabras y vacas que toman agua del Pilcomayo», mencionó la autoridad paraguaya.
El Deber