Embajador Siles señala que Bolivia y China tienen una relación «diversa y robusta» y destaca apoyo para la industrialización

Tras ser designado como embajador de China, el diplomático Hugo Siles sostuvo que Bolivia y el país asiático tienen actualmente una agenda bilateral “diversa y robusta”.
El alto funcionario fue designado el pasado 30 de octubre y cumple sus funciones en la capital china, Beijín. “Esto se da en un momento extraordinario de las relaciones que tiene Bolivia con China, que se han ido construyendo a lo largo del tiempo (…), se da esta oportunidad de reforzar y de continuar una agenda bilateral tan robusta, tan intensa como la que tiene Bolivia y China”, dijo Siles en entrevista en ATB Radio, según reporte de la agencia ABI
Siles no es nuevo en la administración estatal, antes fue ministro de Autonomía y ahora tiene la misión de fortalecer la agenda bilateral que, en 38 años de relaciones diplomáticas, se construyó como “una sólida relación de pueblos hermanos”.
Según Siles, entre China y Bolivia, en la actualidad hay una relación estrecha que se demuestra en el ámbito económico, industrial, tecnológico y, sobre todo, en el sector salud, durante la pandemia de Covid-19.
“La agenda diversa y robusta, en términos de una serie de temas y de áreas, principalmente debemos aprovechar como país. Esta relación construida y elevada a un nivel de la diplomacia de alto nivel, con contactos y confianza política mutua que ha permitido, por ejemplo, trabajar en términos de cooperación y asistencia de tecnología para el proceso de industrialización que lleva adelante Bolivia”, explicó Siles.
La transferencia de tecnología – dijo el nuevo embajador – podría permitir un desarrollo estratégico para cualificar y aumentar el valor agregado de las materias primas, por ejemplo, el litio.
Destacó que China sea un país a la vanguardia de la tecnología, además del mercado que representa para la oferta exportable de productos bolivianos. Señaló que otro tema importante sería el acceso de Bolivia a los Brics, teniendo al país asiático como un socio estratégico.
El Deber