Pese a que hay por lo menos cinco informes, estudios o investigaciones sobre el caso, el Ministerio de Justicia dice que la denuncia de supuesto fraude en las elecciones de 2019 nunca se apoyó en evidencias.

Esa cartera de Estado difundió un tuit, en el que aseguró que “la denuncia política del inexistente ‘fraude monumental’ nunca se apoyó en pruebas”. En ese mensaje, el Ministerio de Justicia también difundió los sobreseimientos determinados por la Fiscalía a favor de exvocales electorales de los nueve departamentos.
Legisladores de oposición lamentaron la postura de ese despacho y aseguraron que en el fondo se busca lavar la imagen del expresidente Evo Morales.
El 4 de diciembre de 2019, la OEA presentó su informe final denominado Análisis de Integridad Electoral Elecciones Generales en el Estado Plurinacional de Bolivia, en el que concluyó que “las manipulaciones e irregularidades señaladas no permiten tener certeza sobre el margen de victoria del candidato (Evo) Morales sobre el candidato (Carlos) Mesa”.
El 20 de diciembre de 2019, la Misión Técnica de Expertas Electorales de la Unión Europea presentó su informe en el que detectó irregularidades en los comicios de octubre de ese año. En las páginas de su reporte se reproducen las conclusiones del informe de la auditoría de la OEA sobre el sistema informático, la cadena de custodia, la legalidad de la integridad de los formularios de resultados y da cuenta, además, del análisis estadístico de los resultados finales, que “mostró que el último 5% de los resultados tenía una tendencia estadísticamente improbable en la ampliación de la diferencia hasta sobrepasar el 10%”.
En noviembre de 2019, la empresa Ethical Hacking, que auditó el proceso, emitió un informe al organismo electoral con 11 conclusiones sobre todas las vulneraciones que sufrió el sistema de cómputo, como la violación de la integridad de la base de datos y del software de las elecciones. Esa firma concluyó que el proceso electoral “está viciado de nulidad”.
En septiembre 2020, el exprocurador José María Cabrera dio a conocer que, cuando él estaba en funciones de máxima autoridad en la Procuraduría, esa institución realizó una investigación sobre la supuesta participación de mexicanos en el caso fraude.
“La Procuraduría General del Estado, a través de sus propias indagaciones, a través de los requerimientos a Migración y una serie de actuaciones, ha dado con la identidad específica de cada uno de estos ciudadanos mexicanos, así como también instalaciones del Estado boliviano específicamente del Ministerio de Educación, donde llevaron a cabo estas actividades”, dijo entonces.
El quinto informe data de octubre de 2020 y es producto de un estudio realizado por los expertos Robert C. Vackar y Diego Escobari, de las universidades de Texas y Oklahoma de Estados Unidos, el cual se denomina Evo Morales y el fraude electoral en Bolivia: Evidencia de un experimento natural y discontinuidad. En su momento, Escobari declaró que el estudio “muestra evidencia de fraude antes de la caída del TREP porque las actas con fraude de Argentina llegaron al principio (por la diferencia de hora), con actas que registraban más votos para el MAS que el número de votantes registrados”.
Alberto Astorga, diputado de Comunidad Ciudadana, dijo que no es de extrañar la postura del Ministerio de Justicia porque responde al discurso del MAS y del expresidente Evo Morales.
“La justicia está plenamente ligada al MAS; lo que ordena Evo Morales lo sigue el Ministro de Justicia, quien utiliza a la justicia como brazo represor del MAS. En 2019 han existido varios referentes que han constatado el fraude escandaloso como la auditoría de la OEA; y el mismo Evo Morales antes de renunciar dijo que se anulaban las elecciones y el propio MAS en el Legislativo anuló esas elecciones. Todo eso constata que hubo actos dolosos y un fraude escandaloso”, afirmó.
En tanto, el jefe de bancada de Creemos en el Senado, Henry Montero, observó el papel del ministro Lima y dijo que esa actitud responde sólo a un afán de “congraciarse con la militancia del MAS y de lavar la imagen de Evo Morales del fraude electoral” y continuar con esa narrativa de la construcción de un “golpe de Estado”.
Página Siete