Ya con las aguas serenas, luego de un miércoles agitado en el que las Fuerzas Armadas se movilizaron en La Paz, el presidente Luis Arce brindó su relato.
Ofreció detalles sobre el día en que se mantuvo atrincherado en el Palacio Quemado junto con su gabinete, mientras afuera había incertidumbre.
Contó que “nunca” le instruyó al excomandante del Ejército Juan José Zúñiga que sacara a las calles los vehículos blindados y relató que tuvo que “enfrentarse” al general sublevado porque “había que hacerlo”.
“Lo que nos dio el coraje, el valor, para salir adelante y tomar la actitud de ir a enfrentarlos fue ese pueblo que lo vimos no solamente ahora, sino en la campaña de 2020. Lo vimos cómo sufrió en el golpe de Estado 2019, esos recuerdos tan próximos nos dieron mucho más valor para enfrentarlos. Había que enfrentarlos. Sentimos una deuda con el pueblo boliviano. No queríamos que nuevamente se derrame sangre”, resumió anoche, en un encuentro con los periodistas.
También reveló que llamó por teléfono a Evo Morales, con quien mantiene diferencias políticas, para “advertirle” del despliegue militar en el centro paceño.
“Podemos tener diferencias. La principal es que creemos que el Instrumento le pertenece a las organizaciones sociales. Es una gran diferencia que tenemos con el compañero Evo, pero (…) cuando vimos que ya venía el golpe, instruí que me comunicaran con el compañero Evo y le previne que estaban aquí dando un golpe de Estado, para que tome sus recaudos. Estaba claro que iban por mí y después iban a ir por Evo Morales”.
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