El acceso a la salud: Bolivianos buscan en Brasil lo que su país les niega

“Todo mundo se va porque allá hacen lo imposible por salvarte”, contó Freddy Lacio, periodista boliviano y paciente oncológico en Barretos, Brasil.
“Bendito Dios estoy estable. Fui beneficiada con atención médica en Brasil que me da luces de esperanza, a diferencia del panorama tan traumático que me dieron en Bolivia, donde además, al retornar sufrí falta de empatía en el trabajo, con acoso laboral”, dijo Leslie Guerra, abogada de la Alcaldía de Sacaba, diagnosticada con liposarcoma retroperitoneal, que hoy afronta un proceso administrativo por supuesto abandono de sus labores. “Allá defienden la vida”, comparó con su experiencia como asegurada en Cordes.
“Como extranjeros estamos recibiendo todo el apoyo aquí, como boliviana me siento muy agradecida porque el Hospital del Amor (Barretos) me da tranquilidad. Sería un sueño que en Bolivia se ejecutara algo tan maravilloso”, se ilusionó Purita Antelo, diagnosticada con cáncer de mama.
Todos ellos tienen en común, además del cáncer, el tratamiento en Brasil, específicamente en el Hospital del Amor, que hace honor a su nombre, en Barretos.
Esto es posible gracias al acuerdo bilateral firmado entre ambos países, en el marco del Mercosur. Paradójicamente, según los datos consulares de frontera y de los estudiantes brasileños en Bolivia, no existe la misma reciprocidad.
Esta búsqueda de una mejor atención fuera de las fronteras se ha multiplicado en el último tiempo, agravada con la crisis del sector de la salud en Bolivia, especialmente en Santa Cruz, y con la falta de medicamentos y estudios en el seguro público SUS.
Según datos del Consulado de Brasil en Santa Cruz, antes de la pandemia, los trámites de solicitud del Cadastro de Pessoas Físicas (CPF) oscilaban por los 500 anuales, y hoy alcanzan los 5.000 al año.
De esta cantidad, el cónsul general, Francisco Luz, calcula que el 80% termina generando un carnet de Seguro Único de Salud (SUS de ese país).
Explicó que el CPF es como el NIT en Bolivia, un documento de identificación fiscal único que sirve para abrir cuentas, comprar sim card de teléfonos, hacer cualquier negocio, etc., y que si bien no es necesario para obtener el carnet SUS, es elemental para moverse en Brasil.
“El CPF no sirve para atención médica”, dijo, y aclaró que ningún consulado brasileño emite el carnet SUS, sino que es generado en la primera atención realizada en el sistema público, a diferencia de lo que muchos tramitadores dicen a la gente.
Observó que ahora los tramitadores cobran Bs 600 por el CPF, que es gratis, y que adicionalmente ofrecen el carnet del SUS y lo entregan en Bolivia.
“Quiere decir que hay alguien en el hospital de Brasil que hace eso, y es irregular, el SUS debe hacerse en Brasil, donde se presenta el paciente”, advirtió.
Arturo Oliveira, cónsul general adjunto de Brasil en Santa Cruz, agregó que si las personas quieren acceder a través de un tramitador, y pagando, están en la libertad de hacerlo, pero remarcó que el problema es que estos intermediarios aseguran que, sin ellos, no es posible finalizar con éxito la gestión.
Explicó que el Consulado ya presentó una denuncia en la Fiscalía por irregularidades en este tema.
“Este mes, los trámites de CPF para bolivianos abarcan el 60% de nuestros servicios. La sugerencia es que si no viajan por emergencia, esperen, y que antes de ir a un tramitador, pidan ayuda a un amigo o vengan al Consulado y hablen con alguien que les explique, no hay una barrera acá”, dijo Oliveira.
Los agentes consulares agregaron que también está la Visa Mercosur, que solo cuesta 100 dólares, que los tramitadores ofertan en Bs 10 mil, y que permite vivir y trabajar en Brasil.
Asimismo, alertaron que, desde febrero de este año, en Brasil se hará una revisión periódica del CPF, y se limpiará del sistema a los que aparezcan inactivos.
Estafas
“Es natural que la gente intente buscar la mejor atención para su familia”, comprendió Luz sobre la avalancha de bolivianos que hoy demandan tratamientos médicos en Brasil, y agregó que lo mismo ocurrió en su momento con los habitantes de Ciudad del Este, en Paraguay.
El diplomático dijo que en Brasil existen “islas de excelencia” en tratamientos oncológicos (Barretos), oftalmológicos (Baurú), y también en ciertos hospitales de la ciudad de San Pablo, lo que deriva en ofertas de paquetes, como una especie de turismo médico, con decenas de miles de personas.
“Usan servicios gratuitos del Estado, es una privatización de los servicios públicos y es algo que pronto va a explotar”, dijo, porque los periodistas de redes grandes ya están sobre eso.
Según Luz, solamente en Barretos, datos de medios de prensa, se atendió a 1.700 bolivianos.
Los fraudes ya son una realidad. Purita Antelo dijo que ya vio casos.
“Hay gente de mala fe, no sé de dónde salen, si del Oncológico en Santa Cruz, pero ilusionan a la gente con sacarle documentación, grave error porque es gratis, tienen que informarse bien”.
Hace poco, compartió, una señora fue estafada, dijo que vendió sus cosas con la esperanza de vivir, y se topó con personas sin corazón.
“Hay que tener cuidado. Uno está asustado y la palabra cáncer asusta, pero existen estafadores, aparte de la enfermedad hay que lidiar con eso”, dijo.
Según Antelo, en el caso que le tocó presenciar, el carnet SUS entregado a la señora era falso, y esto le generó problemas al grado que fue llevada por la Policía Federal a declarar, y entre los bolivianos tuvieron que acudir como testigos de que fue una víctima, para descargo de ella.
Purita Antelo admitió que tiene miedo de que se empiece a generar una diferencia en el trato a los bolivianos, debido a estas irregularidades.
Salud con dignidad
Mercedes Vega tenía a su esposo con cáncer de laringe en Bolivia, y era atendido por el seguro de la Caja de Caminos.
Dijo que le iniciaron cuidados paliativos sin explicarle, y que una persona amiga le habló de los tratamientos en Brasil.
Luego de someter a su compañero de vida a quimioterapias, y ante el estado avanzado de la enfermedad, este fue derivado al Hospital San Judas Tadeo, donde llevan a las personas que no tienen cura y que son tratadas para darles una mejor calidad.
“Allá todo el personal fue muy bueno, lo atendieron hasta que falleció el 21 de noviembre de 2023, el mismo año que nos fuimos”, dijo.
Esa experiencia le dio la oportunidad de radicar en Brasil, donde su hija hizo estudios, debido al prolongado tratamiento.
Vega lamentó que, al fallecer su esposo e intentar trasladar el cuerpo a Bolivia para su sepultura, los problemas empezaron en su país de origen. “Dijeron que mi esposo (muerto) debía hacer Migración. Quisieron sacar 400 reales a la funeraria, y cuando se les pidió recibo, dijeron que se les dé lo que se pudiera”, denunció.
Según varios pacientes, este no es un caso aislado cuando se da un deceso y el cuerpo desde ser repatriado por vía terrestre.
Leslie Guerra dice que lo mejor de todo es la hermandad generada en torno a esto. “Hay gente que antes ha pasado por lo mismo que nosotros y que se quedó a vivir en Brasil por trabajo, pero no olvidan el sufrimiento que atravesaron. A menudo son ellos los que guían a los que llegan para todos los trámites”, compartió.
Freddy Lacio hizo un homenaje a los vínculos que se forman entre las personas, cuando estas atraviesan situaciones duras y tristes.
“Las conexiones entre personas de distinto origen son más valiosas en la adversidad. En ese calor humano encontramos coraje para seguir, con miedo al dolor y a la muerte, pero con hambre de salud, vida y redención”, se conmovió el periodista sobre la hermandad que le regaló Barretos.
El Deber