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Poblados de Villa Montes viven el peor desastre en 42 años y autoridades demandan apoyo

Las comunidades del municipio de Villa Montes afectadas y aisladas por el desborde del río Pilcomayo viven el peor desastre natural después de 42 años; la última fue registrada en 1983.

Desde hace cinco días los habitantes de Cutaiqui, La Victoria, Esmeralda, Puesto Uno y poblados del pueblo Weenhayek están inundados por la crecida del río a causa del aumento del caudal de sus afluentes en el sur de Potosí y Chuquisaca por las intensas precipitaciones pluviales.

El alcalde Rubén Vaca promulgó una Ley de Declaratoria de Desastre Municipal para demandar el apoyo económico y logístico del Gobierno central, la Gobernación de Tarija y del Gobierno Regional del Gran Chaco. «Ante la magnitud del evento adverso presentado dentro del municipio de Villa Montes y habiéndose superado la capacidad económica y técnica de esta entidad territorial autónoma, se autoriza al Ejecutivo municipal solicitar la asistencia de esas entidades y otras instancias que correspondan», señala la normativa en el artículo 2.

Vaca justificó la promulgación de la ley municipal después de visitar algunas áreas afectadas y evaluar la situación de desastre.
Pese a las limitaciones económicas, la Alcaldía de Villa Montes envió alimentos, agua potable y vituallas como parte de la asistencia emergente a los habitantes afectados.

Según datos de la Dirección de Recursos Naturales y Gestión Ambiental, son 150 familias damnificadas de las comunidades aledañas al río en territorio boliviano.

El responsable del Sistema de Alerta Pilcomayo, Luis María de la Cruz, afirmó que en cuanto al impacto del desastre sobre las poblaciones de Bolivia y de Salta (Argentina) es una de las peores para toda la cuenca.

Rescatistas en pleno laburo tras rebalse del río Pilcomayo /Foto: Dirección de Recursos Naturales y Gestión Ambiental

Agregó que una situación similar se vivió entre 1982 y 1983 en el río Pilcomayo que nace en la parte boliviana y se prolonga hasta territorio de Argentina y Paraguay.

En Salta, de acuerdo con el reporte del Sistema de Alerta Pilcomayo, se inundaron no solo poblados ribereños del municipio de Santa Victoria Este, sino también de otras comunidades que se encuentran a más de 50 kilómetros de ese afluente.

Se informó que el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, dispuso un trabajo en diferentes frentes para asistir, contener y atender la urgencia provocada por la crecida del río.
 

Las familias damnificadas son asistidas con alimentos, agua y otros elementos, además de los controles médicos en los campamentos y el monitoreo permanente en terraplenes de contención.

El Deber

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