Tres hombres fueron asesinados en Chapare; aún no fueron identificados

La violencia en el trópico de Cochabamba vuelve a movilizar a la Policía luego del asesinato de tres personas en un posible ajuste de cuentas entre mafias del narcotráfico, según los reportes de la Policía.
Las víctimas fueron acribilladas en la localidad chapareña de Río Blanco, luego de ser interceptadas cuando circulaban en una vagoneta.
El hecho violento sucedió la tarde de ayer y se suma a la reciente muerte de otro hombre durante un enfrentamiento con policías que desarrollaban un operativo en busca de un sujeto señalado de formar parte de una banda de narcotraficantes, dedicada a cometer secuestros, asesinatos y extorsiones.
Los informes iniciales de la Policía dan cuenta que los autores son pistoleros que los persiguieron por la zona, hasta darles alcance.
Efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), acudieron al lugar, acordonaron la zona y verificaron que dos hombres yacían sin vida fuera del motorizado. Otro hombre se encontraba en el interior del vehículo. Tras acribillar a sus víctimas, los atacantes prendieron fuego a la vagoneta para después escapar en otro automóvil.
Las víctimas se movilizaban en una vagoneta tipo Caldina de color blanco, sin placa. Prentaba impactos de bala en el parabrisas y partes laterales. En el piso los policías encontraron varios proyectiles.
Robo de vehiculos
Lo curioso del caso es que los agentes policiales encontraron al lado de los cuerpos sin vida un letrero que decía “por robar vehículos”.
En el lugar un hombre de 40 años presentaba heridas de arma de fuego en la cabeza, pero estaba aún con vida. Fue traslado al hospital Manco Kapac donde murió. Otro hombre de 35 años presentaba heridas de arma de fuego en el rostro mientras que un tercer hombre yacía en el interior del motorizado y presentaba quemaduras y heridas de bala.
Tras una revisión en la escena del crimen los agentes de la Felcc encontraron casquillos de armas de fuego de alto poder. Los policías procedieron al levantamiento de los cadáveres para trasladarlos al hospital, donde médicos forenses practicaran la autopsia legal.
Algunos pobladores de Entre Ríos fueron testigos casuales del suceso violento, pero no se animaron a actuar por temor a ser atacados por los pistoleros.
Uno de los habitantes aseguró que “el hecho ha ocurrido de repente, de la nada; yo estaba ahí, se acercó un vehículo Noah color perla y abrieron fuego contra el auto. Eran dos los que bajaron del auto y estaban con armas largas. Después del ataque le prendieron fuego al vehículo y escaparon”, dijo un testigo.
Las investigaciones se intensificaron después del levantamiento de los cadáveres. Los agentes realizan pericias apoyados con integrantes del Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad Policial, Iitcup, para su esclarecimiento.
Los policías de la zona realizan rastrillajes en procura de la captura de los autores del triple crimen, pero hasta el momento no lograron ubicar a ninguno de los implicados en el hecho que causó conmoción en esa región del trópico.
Para reforzar las acciones de rastrillajes y acumulación de pruebas, arribaron a Río Blanco policías de La Paz, de Cochabamba y de Santa Cruz. Los agentes buscan acumular mayores elementos como imágenes públicas y privadas para lograr identificar a los sicarios.
La Policía maneja varias hipótesis de los móviles del hecho. Una de las más probables es un típico ajuste de cuentas por el narcotráfico.
Enfrentamiento
El triple asesinato en Río Blanco sucedió un día después que en Ivirgarzama se registrara un enfrentamiento entre policías y un grupo de personas vinculadas a las actividades del narcotráfico. Durante el enfrentamiento murió un poblador no identificado que opuso resistencia y disparó su arma de fuego contra los uniformados.
La acción policial en Ivirgarzama fue practicada en busca de Ariel Villarroel señalado por la Policía de dirigir una organización que se dedicaba a secuestros, asesinatos y extorsiones en el trópico de Chapare.
El viceministro de Régimen Interior general Jhonny Aguilera, confirmó que Ariel Villarroel, es considerado como el cabecilla de una banda de secuestradores y sicarios. En la última operación en Ivirgarzama el sujeto logró escapar.
El general Aguilera expresó su preocupación por la ola de violencia en la zona de Chapare como consecuencia de la actividad del narcotráfico. Durante la gestión 2024 se registraron crímenes que causaron conmoción. Entre los más dramáticos se registra el asesinato de una niña de 12 años y de sus padres, relacionados a un ajuste de cuentas.
El Deber