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Arce renunció, pero es inminente su retorno a la candidatura presidencial

Luis Arce fue cuestionado por su entorno político y orgánico cuando propuso como acompañante de fórmula a la diputada Deysi Choque. En una reunión con dirigentes del Pacto de Unidad, su nombre generó resistencia, lo que derivó en una presión creciente para que dé un paso al costado. A eso se sumaron encuestas internas que mostraban una proyección electoral baja.

El martes por la noche, Arce anunció que no se presentaría como candidato y sugirió que Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, sea el rostro de la unidad. Pero Rodríguez no acogió el respaldo. “Mi compromiso es con una unidad verdadera, no con pactos oscuros”, escribió en su cuenta en X. Evo Morales, por su parte, también guardó silencio.

La decisión de Arce generó rechazo en sus propias bases. Dirigentes y sectores del Pacto de Unidad comenzaron a exigirle que revierta su decisión. El miércoles por la noche, el mandatario apareció en el balcón de Palacio Quemado para recibir el respaldo de militantes y funcionarios. En su discurso no confirmó su candidatura, pero pidió unidad y dejó abierta la puerta a su retorno.

En paralelo, dirigentes afines realizaron una votación para definir la vicepresidencia. Participaron Deysi Choque, Felipa Montenegro y Angélica Ponce. Se impuso Choque, figura que había generado controversia y fue señalada por supuestas presiones para ser incluida en el binomio. Algunos diputados denunciaron que su nominación fue digitada desde el entorno más cercano al mandatario.

Choque respondió con firmeza: instó a Arce a aceptar la decisión de las organizaciones y asumir la candidatura. “Si somos orgánicos, debemos respetar lo que mandan nuestras organizaciones”, declaró. La proclamación del binomio fue pospuesta para este jueves, mientras se espera una definición final.

La diputada Ninoska Morales adelantó que, si Arce confirma su participación, se organizará una marcha al TSE para inscribir la fórmula Arce–Choque. Grover García, presidente del MAS, había propuesto otra dupla con Eduardo Del Castillo o Damián Condori, pero no prosperó.

Eduardo Del Castillo, ministro de Gobierno, también figura en las discusiones internas como posible presidenciable. Su nombre fue sugerido por García, pero su postulación no logró consenso y quedó en suspenso.

Pese a su protagonismo en la gestión de Arce, Del Castillo enfrenta resistencias dentro del oficialismo. Sectores del Pacto de Unidad consideran que su perfil no garantiza unidad ni respaldo popular.

Las detenciones indebidas a varios dirigentes sociales, incluso del MAS, pesan contra el ministro, así como la inoperancia policial para ejecutar la orden de aprehensión contra Evo Morales. 

La renuncia de Arce duró poco. Sin respaldo en su intento de ceder el espacio, y con sus bases movilizadas, el presidente estaría preparando su retorno. El arcismo, fragmentado y urgido por los plazos, se reconfigura al filo del cierre de inscripciones.

La incertidumbre en el oficialismo crece a medida que se agota el plazo. Sin un liderazgo consolidado y con fracturas internas expuestas, el MAS enfrenta una etapa decisiva en la que cada movimiento puede alterar el tablero político de cara a las elecciones generales.

El Deber

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