Extraditan a Paraguay a Gianina García, la esposa de Sebastián Marset

La madrugada de este miércoles, 21 de mayo, el Gobierno de España concretó la extradición de Gianina García Troche a Paraguay. La esposa del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset llegó al aeropuerto Silvio Pettirossi, de Asunción, alrededor de las 6:00 (hora boliviana), bajo estrictas medidas de seguridad.
García enfrentará un proceso penal por el delito de lavado de dinero en el marco del operativo A Ultranza, iniciado en 2021. Según la Fiscalía paraguaya, ella ayudó a ingresar al sistema financiero recursos provenientes del tráfico internacional de drogas, al constituir empresas ficticias y abrir cuentas bancarias con dinero ilícito.
“Buscaba asegurar el disfrute de los beneficios obtenidos por Marset a través del narcotráfico”, señala la investigación. Además, se la vincula con el Grupo San Jorge y el taller de vehículos de lujo Total Cars, que operaba en Asunción y Ciudad del Este.
La mujer fue detenida en julio de 2024 en el aeropuerto de Madrid, cuando intentaba abordar un vuelo. Las autoridades confirmaron que contaba con una alerta roja de Interpol. Su orden de captura había sido cancelada en dos ocasiones en 2023 por documentos presuntamente falsificados, lo que generó cuestionamientos sobre el manejo del caso.
García solicitó asilo político en España, pero renunció a ese pedido en abril de este año, lo que abrió paso a su extradición a Paraguay. Allí podría enfrentar una pena de hasta 15 años de prisión.
También enfrenta procesos en Bolivia
Gianina García también es buscada por la Justicia boliviana por los delitos de tráfico de drogas, asociación delictuosa, falsedad y confabulación. En 2023, ella y Marset vivieron en Santa Cruz bajo identidades falsas. Incluso, el narcotraficante llegó a ser dueño y jugador de un club de fútbol local.
Ambos escaparon del país el 29 de julio de ese año, un día antes de un operativo que pretendía capturarlos.
Mientras García inicia un proceso en Paraguay, su esposo continúa prófugo. Las autoridades bolivianas y paraguayas mantienen abiertas las investigaciones sobre la red criminal que operaba en varios países de la región.
El Deber