El “evismo” se toma en serio la consigna de derribar al Gobierno de Luis Arce. En ese entendido y con la bronca a cuestas, los seguidores de Evo Morales amenazaron ayer con no permitir el desarrollo de las elecciones del 17 de agosto si el Ejecutivo no los escucha y hace caso a dos condiciones: que Arce renuncie y Evo sea candidato en los comicios generales.
“Si no nos van a escuchar, no va a haber elecciones nacionales. Somos la mayoría y Evo es nuestro único candidato”, salió al paso un dirigente, en conferencia de prensa.
Por su lado, la dirigente Juanita Ancieta advirtió que se harán respetar con el Gobierno. “Estamos ya en las calles para hacernos respetar. Este Gobierno piensa que nos vamos a rendir con los gases, con la represión. Peor nos vamos a levantar con fuerza. Se pasó. Ha llegado su hora de este Gobierno, hemos dado nuestro voto en las urnas. Por su incapacidad, este Gobierno tiene que renunciar. El pueblo boliviano vamos a defender, cueste lo que cueste, pase lo que pase (a Evo)”.
Las declaraciones en tono amenazante se dieron en la tercera jornada de la marcha “evista” que tuvo lugar en la sede de Gobierno. Los movilizados fueron gasificados cuando intentaron ingresar a la plaza Murillo y hubo descontrol.
En Sucre, por su parte, un grupo de mujeres lleva adelante una huelga de hambre al frente del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) para presionar por la habilitación de Evo como candidato a las elecciones. La exasambleista Ana María Oporto también participa.
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