Médico boliviano en Gaza: “Son 19 meses esperando para salir, aquí cada día cuenta, mientras hablo los aviones están atacando»

Refaata Alathamna, el médico boliviano-palestino que pidió ayuda al país para salir de la zona de conflicto en Gaza junto a su familia, sigue atrapado y sin fecha para su extracción. Evacuado en nueve oportunidades está ahora al oeste de la ciudad de Jan Yunis, asegura que todos los días hay una hambruna fatal por el bloqueo de Israel: «Aquí tras despertar empieza la lucha diaria de conseguir el agua para lavarse y para tomar, también la lucha para conseguir algo de comer, especialmente desde los últimos tres meses», dice Alathamna a EL DEBER.
El médico denuncia que no hay nada en los mercados, apenas algunas verduras como tomate, pepino y berenjena. Con suerte se consigue algo de arroz y lentejas. Un kilo de tomate cuesta hoy $us 18 o $us 20, cuando antes se compraba por $us 1.
El Gobierno de Bolivia salió a explicar en dos oportunidades las gestiones que se han venido haciendo desde octubre de 2023 en en el caso de los bolivianos atrapados en medio del conflicto entre Palestina e Israel. El viceministro de Gestión Consular e Institucional, Fernando Pérez, aseguró que desde esa fecha realizaron tareas de coordinación que permitieron la evacuación de 120 connacionales, utilizando mecanismos de cooperación. Pero sobre el caso del médico boliviano-palestino volvió a decir que hay que esperar la autorización de Israel, y lo que es peor, que la espera puede extenderse hasta por 18 meses, según se ha visto que ha sucedido con otros casos de países amigos. Por si fuera poco, también cabe la posibilidad de que la respuesta sea negativa.
Mientras tanto, el médico boliviano hace hincapié en que cada día cuenta, que la muerte es cuestión del azar y que está perdiendo la fe.
-¿En dónde está ahora y por cuántos desalojos ha pasado?
Estamos en un nuevo lugar, donde fuimos desplazados por novena vez. Ahora me encuentro al oeste de Jan Yunis. Estoy temporalmente aquí, en un lugar muy incómodo, una habitación que consiguió mi hermano. Estoy con mis hijos, con mi esposa y con mi mamá enferma. No hay espacio aquí, no hay los servicios, así es que estoy buscando otro lugar. Es difícil encontrar porque no hay departamentos para alquiler, solo unos pocos que quedaron en pie están alquilados a un precio muy alto.
Ya no hay espacios en las carpas de los campamentos, la gente está en la calle y no encuentran lugar para poner una carpa.
-¿Qué está haciendo para subsistir, para comer?
Hay una hambruna fatal por el bloqueo de Israel, que es terrible. Aquí, al despertar, empieza la lucha diaria de conseguir el agua para lavarse y para tomar, también la lucha para conseguir algo de comer, especialmente en los últimos tres meses.
No hay nada en los mercados, apenas hay tomate, pepino, berenjena y ají, y están a un precio muy alto. Cuesta conseguir algo de arroz y de lentejas. Un kilo de tomate, que valía un dólar, ahora cuesta como $us 18 a $us 20, imagínate comprar pepino, tomate, y algo de perejil para hacer una ensalada, estamos hablando de que se necesita $us 50, cuando eso antes valía 3 o 4 pesos.
-¿Ha habido novedades desde la Cancillería de Bolivia?
Al mes y medio de iniciada la guerra, en 2023, tuvimos que escapar de nuestro hogar, no nos dieron tiempo para llevar nuestras cosas, apenas salimos con la ropa puesta y los papeles importantes. A los minutos, el edifico donde tenía mi departamento fue destruido. Así perdimos el auto, la casa y todos los recuerdos que teníamos en ella.
Cuando pensé en cómo proteger a mis niños y escapar de esa matanza, acudí a la embajada de Bolivia, casi al comienzo del tercer mes de la guerra (enero de 2024). Les conté la situación y que necesito ser evacuado con mi familia, hablé varias veces hasta que perdí la fe de que hagan algo por nosotros, porque siempre nos dicen que ellos están tratando de hacerlo, pero están esperando la respuesta de Israel, que es quien debe autorizar esa salida para nosotros.
Pero en todo este tiempo he visto mucha gente que ha logrado salir, han salido personas de otras nacionalidades, entonces ¿por qué no salen los bolivianos? ¿por qué salen los chilenos, los panameños? ¿ por qué faltan los bolivianos? ¿por qué tratan de echar la culpa a Israel, mientras ellos pueden acudir a otras vías, presionar de otras formas?
Ellos, el Gobierno de Bolivia, pueden presionar a través de terceros países, de organizaciones, de Naciones Unidas, hay leyes y hay políticas sobre eso, ellos tienen que saber más que yo, así que espero que hagan más.
-Te hemos visto reportando todo lo que pasa a tu alrededor en tus redes sociales cada que se puede, incluso has hecho una campaña para recibir aportes…
Últimamente estoy haciendo ruido a través de los medios, presionando al Gobierno para que actúe de una u otra forma porque, lamentablemente, el Gobierno de Bolivia me ha tenido mucho tiempo en el olvido. Por eso comencé a buscar otra forma de salir de Gaza, que era pagar dinero para salir por la única frontera que estaba abierta (con Egipto), por eso he hecho una campaña (virtual), pero Israel ya ocupó esa frontera y se ha hecho imposible la salida de nosotros. Sigo pendiente de que en cualquier momento se dé una posible apertura y quiero estar listo, con mi recaudación para pagar y salir.
Hace poco me habló el viceministro Fernando Pérez, después me contactaron desde la embajada, preguntando por la situación y en qué condiciones estoy, pidiéndome que tenga paciencia, diciendo que están haciendo lo que pueden.
Resumo diciendo que ya son 19 meses que estamos luchando para sobrevivir en las peores condiciones, hemos estado muchas veces en peligro inminente, hace semanas cuando estaba trabajando en el hospital europeo cayeron cuatro misiles a metros de donde yo estaba, salí levemente lesionado. Gracias a Dios estoy con vida hasta ahora.
Lamentablemente, el Gobierno de Bolivia no brindó ni siquiera algo de soporte económico hasta que logre sacarnos, no me prestaron nada, ni apoyo económico, ni psicológico, ni lograron evacuarnos hasta ahora, así que ojalá que sean serios esta vez y que logren hacer algo por nosotros, porque aquí cada día cuenta, mientras hablo ahora los aviones están atacando. La muerte es el azar aquí. Necesitamos salir ya.
El Deber