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Análisis: colas por combustible afectan en más de $us 19 millones a la productividad

Hay un «fenómeno» que se ha naturalizado en Bolivia: las colas por gasolina. Si bien  se sabe que generan perjuicio a la población, ¿se puede calcular realmente cuánto afectan  económicamente a las personas?

El Centro de Investigación del Departamento de Administración, Economía y Finanzas (Cidaef), una unidad de investigación de la Universidad Católica Boliviana «San Pablo» (UCB), sede Cochabamba, realizó una aproximación de cuánta pérdida hay mientras hace filas en las estaciones de servicio.

Según el cálculo, semanalmente, el «fenómeno de las colas» afecta en más de 19 millones de dólares a la productividad.

José Luis Barroso, investigador del Cidaef de la UCB, explicó que, «(…) las horas dedicadas a la espera para abastecerse de combustible, son horas sustraídas del trabajo, del emprendimiento, de la creación de valor. Dicha pérdida de tiempo, tiene un costo de oportunidad directo que merma generación agregada de riqueza».

CÁLCULO Para dimensionar el impacto económico de este fenómeno, realizaron un ejercicio sencillo con dos cifras: el costo «hora/promedio» de la productividad en el país y el número de motorizados que hay en Bolivia.

Según datos de 2024 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la productividad hora promedio en Bolivia se sitúa en torno a los ocho dólares, cifra que, según Barroso, es una de las más bajas de la región. 

Por otro lado, el parque automotor nacional registrado, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (2024), alcanzó la cifra de más de 2.4 millones de vehículos (entre automóviles, motos, vagonetas y camionetas).

Barrios señala que, si se realiza un cálculo conservador de estos números -y asumiendo que cada propietario de vehículo dedica entre una y cuatro horas a la semana para abastecerse de combustible-, el costo económico semanal de esta pérdida de productividad oscilaría entre 19.7 millones y 474.3 millones de dólares, dependiendo del tiempo promedio por persona.

CONTEXTO Añadió que esta situación inició en 2023, año en el que la escasez de combustible en Bolivia ha dado lugar a un fenómeno que se ha naturalizado en la cotidianidad de la población: «las colas  interminables en las estaciones de servicio.» «Este hecho, lejos de ser transitorio, se ha intensificado en 2025, a tal extremo de convertirse en parte del paisaje de las ciudades del país y, lamentablemente, la población ha interiorizado esta situación como la nueva normalidad», remarcó Barroso.

Hizo notar que muchos ciudadanos duermen en sus vehículos, «como si estos fuesen hoteles, comparten alimentos en las filas e, incluso, han desarrollado habilidades de interacción social en este entorno de espera forzada».

REFLEXIÓN Desde el Centro de Investigación del Departamento de Administración, Economía y Finanzas reflexionaron que este contexto limita las posibilidades de expansión del Producto Interno Bruto (PIB), «este efecto incluso podría ser similar o mayor al de los bloqueos de carreteras».

«(…) En un contexto de baja productividad estructural, debería ser motivo de seria preocupación para todos en general y debería mostrárselo y dimensionárselo como corresponde, más aun cuando ingresamos en un período en el cual se hace cola no solo para combustible», concluyó Barroso.

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