La Fiesta Grande de San Roque vuelve a concentrar la devoción del pueblo tarijeño

Al ritmo de los tambores, las quenillas y las flechas, la tradicional festividad religiosa, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, volvió a tener el relieve en este mes de agosto.

«Nos reunimos en un tiempo de reflexión y devoción, donde la fe nos une a todos, propios y extraños. En este momento de paz ante Dios, rogamos por la intercesión de nuestro patrono San Roque, quien nos guía y protege con su amor y compasión», señaló Danilo Lema, uno de los chunchos promesantes que participa de la procesión. Añadió que su ejemplo inspira a vivir con esperanza y caridad en un país con incertidumbre.

Omar Flores afirmó que la festividad de San Roque moviliza al pueblo católico para cumplir la promesa y agradecimiento al Santo Peregrino por la salud que brinda a cada uno de los familiares en estos momentos difíciles que viven muchos hogares por la falta de recursos económicos.

En su opinión, la fiesta religiosa genera no solo movimiento económico, sino también se convirtió en un destino turístico. Óscar Chávez comentó que San Roque es una festividad de profunda fe y de recogimiento espiritual, ya que se realizan siete procesiones que representan el peregrinaje del Santo Patrono que curaba a los enfermos.

Cada año, la festividad comienza el 16 de agosto, pero ahora se adelantó ante la proximidad de las elecciones generales del domingo.

El alcalde Johnny Torres destacó que la fiesta de San Roque amalgama devoción, tradición, cultura, forma de pensamiento y la vestimenta colorida de los chunchos promesantes.

«Yo he visto la fiesta de San Roque desde niño, mi casa estaba a una cuadra abajo de la calle General Trigo. Para mí era un día maravilloso y lo veía desde el balcón con mi madre y mi familia. Me quedó en el alma y en mi corazón como un recuerdo», dijo Torres.

Después de la misa de eucaristía, los promesantes chunchos, quenilleros, cañeros, tamboreros, alféreces y pueblo devoto, con la imagen del Santo Patrono de San Roque, fueron protagonistas de la primera procesión por las calles del casco viejo de la capital tarijeña.

El Deber