En la recta final de actas escrutadas en todo el país, el MAS alcanza el modesto 3,20 % de los votos y ese bajo porcentaje ya dio inicio a la guerra de acusaciones entre ‘arcistas’ y todos señalan al presidente del partido, Grover García y su directiva por tan pobre resultado.

“Yo he pedido al presidente del MAS, Grover García, que convoque a un ampliado, en ese ampliado tenemos que asistir todos los miembros de base, como también todos nuestros dirigentes, nos tienen que explicar por qué los resultados, porque al final, ellos han sido los que han manejado el tema de las candidaturas”, acusó el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño
Los arcistas aseguraban que tenían 1 millón de militantes y que esa militancia respondería en las elecciones, pero aún así la caída del MAS fue estrepitosa.
“Algunos como (Marcelo) Maita, Deysi Choque, eran candidatos, (pero) si esos candidatos no jalan, no suman votos, ellos son los que han perdido. Los pactos (de unidad) han elegido a los más potenciales, los departamentales, y si no tienen gente, ellos son los que han perdido. En este momento quiero decir, como dirección nacional del MAS, en ningún momento hemos puesto un candidato, todos han elegido los pactos departamentales”, se defendió García y derivó la responsabilidad.
En estas elecciones el MAS como partido no tendrá representación parlamentaria después de 20 años de estar monopolizando el Legislativo, su hegemonía no se discutía y eran ellos los que elegían a vocales electorales o magistrados del Órgano Judicial. El 17 de agosto perdieron todo.
El candidato presidencial del MAS, Eduardo Del Castillo, admitió que el único objetivo de su candidatura no era ganar las elecciones sino salvar la sigla y por eso consideró que en esta elección ‘se cumplió el objetivo’.
El Deber
