Falta de combustible dificulta el funcionamiento de los servicios de emergencia

La falta de combustible está dificultando el funcionamiento de los servicios de emergencia en distintas partes del país. Desde la Gobernación de La Paz, por ejemplo, el gobernador Santos Quispe advirtió que la falta de diésel está impidiendo llevar ayuda humanitaria hasta el municipio de Tipuani, donde 420 familias están afectadas debido a las inundaciones.

“Como Gobernación estamos prestos a ayudar, pero tenemos un problema: no hay diésel. Ese es el problema más grande que tenemos, hemos exigido al Gobierno central que sea prioridad la dotación de diésel”, dijo la primera autoridad del departamento paceño.

Añadió que, para el funcionamiento de una maquinaria pesada, se necesita por lo menos 1.000 litros de diésel, pero si no los consigue “no podremos llegar a realizar el mantenimiento, ni ayudar” a las familias afectadas.

Dentro de esta misma línea, el dirigente del Sindicato de Ramas Médicas (Sirmes) de La Paz, Fernando Romero, manifestó que los servicios de salud en las áreas rurales están severamente limitados debido a este mismo problema; falta de combustible.

“Hemos recibido información de colegas del área rural que no pueden traer pacientes graves para que puedan recibir atención en el tercer nivel. Tenemos mamás con embarazo de alto riesgo y niños en Tipuani con infecciones respiratorias graves que no pueden llegar a la ciudad porque las ambulancias no tienen gasolina”, dijo el profesional médico.

La escasez de carburantes es uno de los problemas actuales que tiene el país. Según Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), el suministro no puede garantizarse mientras el Ministerio de Economía y Finanzas no facilite los dólares necesarios para la importación de combustibles. Sin embargo, la estatal petrolera anunció que, a partir del viernes 10 de octubre, se espera un incremento gradual en los volúmenes de gasolina y diésel para normalizar la distribución en las estaciones de servicio.

El Deber