Tras la megaoperación policial lanzada en Río de Janeiro contra el Comando Vermelho, una de las mayores bandas de narcotraficantes de Brasil, el presidente electo, Rodrigo Paz, alertó ayer al gobierno de Luis Arce a que tome acciones concretas para evitar que agentes o emisarios criminales lleguen al país como consecuencia de esas redadas.

Desde el despacho del presidente electo, Paz emitió ayer un comunicado con el que exhorta a Luis Arce “disponer, con carácter inmediato, todas las medidas de control y seguridad necesarias para evitar el ingreso al territorio nacional de integrantes de organizaciones criminales provenientes del Brasil, tras los graves hechos de violencia ocurridos recientemente en Río de Janeiro”.
“El resguardo de nuestras fronteras y la protección de la ciudadanía boliviana deben ser una prioridad nacional, por encima de cualquier diferencia política”, anotó el mandatario que asumirá funciones el 8 de noviembre y, de ese modo, la dirección de las Fuerzas Armadas y la Policía. Hasta esa fecha, Arce mantiene la responsabilidad sobre las fuerzas de seguridad del Estado.
“Bolivia no puede permitir que estructuras criminales extranjeras se infiltren en su territorio ni comprometan la seguridad del Estado. El país exige coordinación, responsabilidad y firmeza”, insistió Paz respecto a las consecuencias de la operación que se desarrolló esta semana en Brasil
El gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, responsable político de la intervención, dijo que fue un “éxito”, de acuerdo con un reporte de EFE.
Esa visión tuvo el respaldo de toda la cúpula policial de Río, que ofreció detalles de la operación, planificada desde hace un año y que, según relataron, pretendía llevar a prisión a 180 supuestos narcotraficantes. El secretario de la Policía Civil de Río, Felipe Curi, aseguró que se planificó acorralar a los narcotraficantes para forzarlos a refugiarse en la zona de un bosque, a fin de reducir el riesgo de que se produjeran víctimas civiles. Curi afirmó que la acción fue “legítima” y arremetió contra las organizaciones y políticos que la han cuestionado, tildándolos de “narcoactivistas”.
De forma casi simultánea, el ministro de Justicia de Brasil, Ricardo Lewandowski, cuestionó la legalidad de la operación antes de embarcar en un vuelo a Río de Janeiro, donde tiene previsto abordar la situación con las autoridades locales. Lewandowski dijo que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se quedó “aterrado” por el número de muertes, 132 según el reporte de la Defensoría Pública, y “sorprendido” por no haber recibido aviso previo de la operación por parte de las autoridades regionales de Río.
“La operación fue extremadamente cruenta, especialmente violenta. Veremos si es compatible con el Estado democrático de derecho”, dijo el titular del ministerio brasileño de Justicia.
Crimen organizado
El Comando Vermelho junto al Primer Comando de la Capital (PCC) son las dos organizaciones más grandes de Brasil. Varios de sus “emisarios” estuvieron en el país en el contexto de sus operaciones vinculadas con el tráfico de sustancias controladas, trata de personas y tráfico de armas.
De hecho, la Fiscalía de Brasil había revelado que al menos 146 integrantes de esta organización criminal operan o están recluidos en Bolivia. El documento —emitido en junio de 2025 por el Ministerio Público de São Paulo— coloca a Bolivia como el tercer país con mayor presencia del PCC fuera de Brasil, detrás de Paraguay (699) y Venezuela (656), y por delante de Uruguay (140).
La investigación, que fue enviado a autoridades bolivianas a través de canales diplomáticos, indica que la red delictiva se ha expandido a 28 países en América, Europa, Asia y África, con un modelo que combina disciplina y operaciones descentralizadas de tráfico y lavado de dinero.
En los últimos meses, en Santa Cruz y Beni, al menos siete personas con vínculos con el PCC y el marco fueron ejecutadas.
-Distintas cifras
La cifra oficial de fallecidos, 119, choca con las de la Defensoría Pública de Brasil, que la eleva a 132, y con el recuento que hicieron los periodistas en el lugar de los hechos, que también constataron un número más elevado de muertos.
– Arrestados
El martes fueron arrestados 113 sospechosos y se puso bajo custodia policial a 10 adolescentes, se decomisaron 119 armas y 14 artefactos explosivos y toneladas de droga.
El Deber

