El presidente Luis Arce priorizó durante su gestión la agenda política que consiste en sustentar de que en 2019 Bolivia sufrió un golpe de Estado. Además, acusa que la gestión de Jeanine Áñez fue un gobierno de facto. El mandatario ve a la reactivación económica como un tema de segundo plano.

Otro eje del trabajo de Arce estuvo en la agenda legislativa. Seis leyes que promulgó este año le otorgan el poder de gobernar por decreto y de controlar políticamente los ascensos a generales en la Policía Boliviana y también en las Fuerzas Armadas (FFAA).
En lo económico, el mandatario puede modificar por decreto las siguientes leyes: la Ley 1405 de Estadísticas Oficiales, la 1398 de Registro de Comercio, la 1407 del Plan de Desarrollo Económico y Social. Mientras que en lo social la 1390 de Fortalecimiento a la Lucha Contra la Corrupción le da esa posibilidad de cambios a Arce.
Esta ha sido una dura batalla y la oposición se propuso eliminar todas ellas como ocurrió con dos leyes que contenían la estrategia y el procedimiento contra la legitimación de ganancia ilícitas.
Una movilización ciudadana que tuvo como epicentro la ciudad de Santa Cruz con un paro indefinido llevó a la abrogación de esa normativa a principios de noviembre de este año.
La restitución de los dos tercios de votación en las discusiones parlamentarias junto a la abrogación de las llamadas “leyes malditas” son ahora el foco de la oposición parlamentaria de Bolivia, que además perfila nuevas movilizaciones para el 2022, luego de que pase la tregua de fin de año.
En cada aparición pública, Luis Arce reitera el discurso de golpe y gobierno de facto. Durante su informe de primer año de gestión que leyó al país el 8 de noviembre pasado ante la Asamblea Legislativa, Arce mencionó la frase “gobierno de facto” en 51 ocasiones. Mientras que calificó a la derecha de “incapaz” y “golpista” en al menos 16 oportunidades. El presidente dijo “gobierno golpista” y “golpe de Estado” tres veces.
Desde Comunidad Ciudadana y Creemos, que conforman las bancadas opositoras en el Legislativo, le piden constantemente que priorice un proceso de reconciliación antes que promover la confrontación.
Entre lo destacable, la gestión de Arce ha tenido hasta el momento el mayor éxito en la campaña de vacunación en contra de la pandemia de Covid-19.
Desde el pasado mes de enero Bolivia ha recibido 15.728.730 vacunas pertenecientes a las farmacéuticas Pfizer, Sinopharm, Astrazeneca, Sputnik V y Johnson & Johnson. Se han aplicado 8.842.250 entre primeras, segundas, terceras y monodosis, hasta el martes 7 de diciembre a personas a partir de los 12 años.
Este miércoles, en un mensaje al país, el presidente anunció que a partir de este 9 de diciembre se extenderá la campaña de vacunación contra el Covid-19 en el país a niños de entre 5 y 11 años.
Desde Santa Cruz, a través del gobernador Luis Fernando Camacho, surgió una vez más la propuesta de que Bolivia sea un Estado Federal. El oficialismo rechazó la propuesta de Camacho a pesar de que Evo Morales la había sugerido antes que el gobernador.
El Deber
