Expertos señalan que el primer impacto del paro en Santa Cruz lo sufrieron los mismos sectores cruceños que van desde la gastronomía al transporte; el segundo afectado –con el inicio del cerco– fue la cadena productiva y logística de distribución; y un tercer problema fue la caída de ingresos cuyos efectos se verán en los siguientes meses.
“Los efectos negativos son diferenciados. Hay sectores muy locales (de la misma Santa Cruz de la Sierra) que fueron perjudicados desde el primer momento del conflicto, como la gastronomía, el entretenimiento, servicios personales y transporte”, explicó el analista económico Gabriel Espinoza.
El 22 de octubre, Santa Cruz ingresó a un paro indefinido exigiendo un censo en 2023. Luego de 36 días de sostener la medida, no consiguieron adelantar el censo, pero sí lograron que la distribución de escaños y la asignación de presupuesto sean antes de las elecciones de 2025.
El segundo impacto se dirigió a los sectores que tuvieron conflictos logísticos, problemas en sus cadenas de suministros y actividad productiva. “Probablemente puedan recuperar la demanda perdida en función de que éstas suelen acumularse. Por ejemplo, en la construcción, si bien se pararon las obras, ahora que se regresó a la normalidad se podrá retomar los proyectos”, agregó Espinoza.
Marcelo Olguín, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores (Caneb), afirmó que el mayor problema fue la decisión del Gobierno de suspender las exportaciones de alimentos. “(La comercialización de) estos artículos suponen una quinta parte de las Reservas Internacionales Netas (RIN) que ingresan por las exportaciones (como la soya y carne). Esta medida, aunque temporal, afectó de forma específica y directa al sector”.
El empresario, además, denunció el incremento en los fletes del transporte y la poca disponibilidad para el servicio. “El sector exportador fue afectado en 420 millones de dólares, ello reduce el ritmo de crecimiento hasta diciembre”.
Espinoza afirmó que el tercer impacto se sentirá dentro de las siguientes semanas.
“La demanda va a deprimirse porque hubo una caída muy fuerte en los ingresos; sobre todo, en el sector cuentapropista. Eso va a repercutir en el gasto que tienen las familias a fin de año y habrá una caída en la demanda”. Es decir, que la ciudadanía no podrá hacer compras de fin de año como televisores, línea negra u otros artículos para el hogar.
El experto evitó dar una cifra sobre las pérdidas económicas por no ser confiables. “El Gobierno tomó el PIB, lo dividió en 356 días y lo multiplicó por los días de afectación. Esa es una comparación torpe de la economía. Además, porque los efectos van a estar diferenciados en el tiempo, no es que se acabó el paro y se acabaron los problemas”.
Julio Linares, experto en economía, agregó que en los 36 días de paro se perdió alrededor de mil millones de dólares. “Esto significa alrededor del 2,3% del PIB. Estos recursos nunca se van a recuperar y afectaron, principalmente, al sector agropecuario, al de transporte, la logística y también al turismo”.
Linares advirtió que eso conllevará una reducción en el empleo, no sólo para las grandes industrias, sino para las medianas y pequeñas empresas. “Seguro van a tener que dejar de contratar personal. Habrá un largo tiempo para recuperarse y esto se debe a un mal manejo del conflicto de parte del Gobierno”.
Proceso penal
Gobierno El ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, presentará una denuncia penal contra los líderes del paro por el bloqueo en la Red Vial Fundamental.
Según Montaño, la medida ocasionó un gasto de más de 49.000 bolivianos en tareas de limpieza, además por las pérdidas millonarias que generó el paro cívico indefinido.
Página Siete
