Desde el 28 de diciembre hasta el 3 de enero, 219 personas fueron afectadas por la convulsión social en Santa Cruz, entre quienes sufrieron por intoxicación a raíz de los gases lacrimógenos, pasando por los que fueron heridos con perdigones, hasta los que registran quemaduras y fracturas, según Paola Weber, secretaría de Seguridad Ciudadana de la Gobernación cruceña.
“De las 219 personas damnificadas, un total de 112 fueron afectadas por intoxicación, 32 por quemaduras, cinco por fracturas, 12 por heridas profundas, cuatro por heridas de perdigones y 36 por incendios”, complementó Weber, ayer en una rueda de prensa.
El miércoles 28 de diciembre, Camacho fue aprehendido y enviado a La Paz, y esa misma noche estalló la violencia en Santa Cruz, con enfrentamientos entre autoconvocados y las fuerzas policiales.
El reporte fue elaborado por las Unidades de Emergencia del Servicio Público y Privado. “Estamos poniendo a disposición el número 800 148139 para que la población pueda manifestarse y dejar su denuncia sobre los problemas e incidentes”, indicó Weber.
Añadió que hay heridos de gravedad, entre los cuales están cuatro personas por trauma ocular y seis por heridas profundas, las cuales fueron derivadas a centros de mayor complejidad.
Ayer, familiares de Wálter Chávez, un trabajador de la embotelladora, denunciaron que los policías le dispararon al fabril, al punto que horas después perdió su ojo derecho. “Wálter volvía a su casa y la Policía le disparó perdigones al rostro”, acusó una de sus familiares.
Dos jóvenes fueron enviados ayer a la cárcel de Palmasola, sospechosos de haber atacado al Banco Unión, sin embargo, sus familiares dijeron que ellos efectivamente entraron a esas oficinas para protegerse.
Weber agregó que algunos civiles afectados por la represión policial tienen temor de ir a sentar la denuncia ante las autoridades del Ministerio Público por temor a represalias.
En las primeras noches, grupos de jóvenes fueron reprimidos por la Policía, que arrestó hasta ayer a más de 70 personas por los destrozos a seis instituciones públicas, pero la población también denunció excesos y abusos de las fuerzas del orden, que luego de cada operativo salió en motocicletas y patrullas a aprehender a transeúntes.
Desde la Policía acusaron a grupos radicales de hostigar a diario al Comando Policial y por eso tuvieron que salir a proteger esas instalaciones.
112
PERSONAS
fueron afectadas por intoxicación de gases lacrimógenos disparados por policías.
Página Siete
