Una semana después del incendio que destruyó gran parte de la Fiscalía de Santa Cruz, el Gobierno aseguró que dicho atentado “no es casual”. Sin embargo, las autoridades no se pusieron de acuerdo sobre el impacto que dicho incidente tuvo sobre los casos investigados, ya que mientras unos apuntan a la destrucción de evidencia, otros aseguran que todo estaba digitalizado.
“La Unidad de Anticorrupción de la Policía Boliviana funcionaba en la Fiscalía departamental que habría sido quemada días pasados por grupos radicales y delincuenciales. (…) No es casual que hayan mandado a atacar la Unidad de Anticorrupción. Quienes tienen hechos pendientes con la justicia boliviana están muy equivocados si creen que estos papeles han sido perdidos, todo se encuentra digitalizado”, sostuvo el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, este jueves.
Momentos previos, el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Julio César Cossio, apuntó a la destrucción de pruebas y detalló que en dicha oficina se encontraba documentación sobre el carro bombero de la gobernación, el caso ítems y becas fantasmas en la Uagrm, los ítems fantasmas en la Alacaldía cruceña, entre otros.
“Varios de esos documentos se han perdido, se han incinerado o se han quemado. (…) En el incendio se ha perdido mucha documentación, muchas evidencias sobre estos casos de corrupción de esas instituciones”, recalcó, en claro contraste con lo manifestado por el ministro.
Paralelamente, ambas autoridades confirmaron haber coordinado con la Dirección General de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados (Dircabi) para que la entidad pueda “facilitar” a la división ambientes para continuar su trabajo. Cuando un grupo de oficiales fue a verificar si uno de los lugares era apto, fueron “increpados” por una asambleísta, denunciaron.
El pasado miércoles, en el marco de las protestas por la aprehensión y traslado de Luis Fernando Camacho a la ciudad de La Paz, la Fiscalía fue incendiada, dejando el 80% de su oficinas destruidas y cerca a una treintena de vehículos calcinados.
Página Siete
