Las remesas seguirán siendo un motor clave para varias economías de América Latina y el Caribe (ALC), principalmente para los países de Centroamérica a pesar de la importante iniciativa de inversiones encabezada por Estados Unidos, que se constituye en el mayor generador de fuentes de empleo para los migrantes.

En 2022, las personas migrantes enviaron a los países de ALC 142.325 millones de dólares, lo que muestra un crecimiento del 11,6% respecto a los valores observados un año antes, aunque este incremento es menos de la mitad de lo registrado en 2021 (25,9%), pero superior al promedio de los últimos 10 años (8,4%). El crecimiento de las remesas en 2022 significó un influjo adicional de recursos de 15.072 millones de dólares respecto a 2021 para las familias de la región.
Las remesas son fundamentales para millones de familias del mundo y una de las principales razones para la migración en América Latina y el Caribe. Por esta razón, la Unidad de Migración del BID ha venido haciendo el seguimiento de estos flujos.
El destino principal de las remesas hacia la región, por lejos, es México (recibe el 41% de las remesas a ALC), seguido por los países del norte de Centroamérica, la República Dominicana y Colombia. Los países más pequeños (como Belice y Surinam) o menos dependientes de las remesas (Chile y Trinidad y Tobago) reciben menos del 1% de lo que recibe México. Pero, para los países pequeños, las remesas igual representan una fracción significativa de su Producto Interno Bruto.
El crecimiento observado de las remesas que recibió la región, según el análisis hecho por Jeremy Harris y René Maldonado, funcionarios del BID, está relacionado con la recuperación de la actividad económica, que permitió incrementar el número de trabajadores migrantes, así como los ingresos que estos perciben en los países donde viven, en especial Estados Unidos de donde provino el 80,9% de las remesas que recibió ALC durante 2022.
Remesas hacia México
Según el BID, durante 2022, México recibió remesas por 58.497 millones de dólares alcanzando un nuevo máximo histórico con 6.912 millones de dólares más que el año anterior. Esto significó una tasa de crecimiento anual del 9,7%, mucho menor al crecimiento anual del 25,5% observado en 2021, aunque aún superior al 8,8% de crecimiento promedio anual de los 10 años anteriores.
El crecimiento observado de las remesas se debe al proceso de recuperación y vuelta a la normalidad de la economía estadounidense, de donde proviene el 96,0% de las remesas que recibe México.
Centroamérica
Las remesas que recibieron los países centroamericanos (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) durante 2022 alcanzaron 38.900 millones de dólares, marcando un nuevo máximo histórico con un crecimiento anual del 16,1%, el más alto entre todas las subregiones de ALC en 2022 y aún elevado frente a los valores promedio de 10,4% durante los diez años anteriores. El crecimiento en adelante, explican los especialistas, está relacionado con la evolución de la economía de EEUU, ya que el 84,3% de las remesas que reciben estos países provienen de esa nación.
Sudamérica
Las remesas que recibieron en 2022 los países suramericanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam y Uruguay) alcanzaron 27.483 millones de dólares, es decir, 3.051 millones de dólares más de lo que recibieron un año antes y que corresponde a una tasa de crecimiento anual de 12,5%.
Brasil fue uno de los países sudamericanos que registró el crecimiento anual más alto de las remesas, con una tasa que alcanzó al 22,5%, gracias a que una porción importante de las remesas que recibió proviene de países asiáticos como Japón. Por su parte, Bolivia fue el país cuyas remesas (1.437 millones de dólares) crecieron menos durante 2022, con una tasa anual de 2,7%, por el efecto que tienen las remesas que recibe de Europa, especialmente de España (37,9% se originaron del continente europeo).
En el pronóstico de las remesas que podría recibir la región sudamericana durante 2023 se debe tener en cuenta el efecto que tienen las economías europeas y el conflicto bélico que aún persiste por la invasión rusa a Ucrania, así como las predicciones de una desaceleración económica. En este sentido, es de esperar que las tasas de crecimiento durante este año sean menores a las observadas durante 2022, alertan Harris y Maldonado.
El Caribe
En 2022, las remesas que recibieron los países caribeños (Haití, Jamaica, República Dominicana, y Trinidad y Tobago) treparon a 17.424 millones de dólares, 3,3% menos de lo observado el año anterior.
Esta reducción es principalmente un reflejo del extraordinario aumento registrado durante la pandemia, insostenible en el largo plazo.
Envíos más rápidos y menos costosos
El envío de dinero a través de los operadores de telefonía móvil es menos costoso (3,5%), pero los canales digitales representan menos del 1% del volumen total de las transacciones. Las tecnologías digitales permiten ofrecer servicios de envío de remesas más rápidos y menos costosos. Sin embargo, hay limitantes por las reglamentaciones en materia de lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
Remesas llegaron a $us 794.000 MM
Según el Banco Mundial, la cantidad de dinero enviada a casa por los trabajadores migrantes aumentó hasta alcanzar los 794.000 millones de dólares en 2022. Esos recursos son un salvavidas para la población de los países de renta baja y media. Sin embargo, los flujos corren peligro en 2023 por una nueva escalada de la guerra en Ucrania y la posibilidad de una recesión más profunda de lo previsto en el mundo desarrollado.
Agencias