El miércoles 23 de enero de 2019, sin mediar razón alguna, un hombre quitó la vida de un gato a palos. Aquello fue grabado en un video y esta filmación fue clave a la hora del juzgamiento. Luego se descubrió que el biocida mató a otros tres gatos.

Recién el lunes 8 de mayo de 2023 la justicia dio la sentencia más alta a este hombre de la tercera edad: seis años de cárcel y seis meses, los cuales debe cumplir en la prisión de San Pedro.
Hechos
El video dura 44 segundos, el tiempo suficiente para ver cómo un hombre, acompañado de un perro, lleva en sus manos dos palos tan largos como sus brazos y asesta golpes al minino, especialmente en su cabeza. Así, en menos de un minuto se puede observar cómo se le va la vida al gato, mientras recibe los golpes y maulla de dolor. Al final queda inmovil en el piso.
Este video fue filmado desde un punto cercano a la casa donde ocurrió el hecho, en El Alto. Se sentó la denuncia y la justicia se tomó tres años en llegar a un veredicto.
Ana Morales recuerda aquella época. “El 2019 cuando me pasaron el video sentí mucha tristeza por el gatito y rabia por este señor Paucara. También tenía impotencia de no estar en el lugar para hacer algo y evitar este biocidio”, comenta quien está a cargo de la Fundación RPC. Si bien ella no estuvo en el sitio de los hechos, después se involucró de forma activa en la búsqueda de justicia.
La Fundación RPC y Ana Morales sumaron esfuerzos con Ana Serrano, de la Fundación Amor Por Los Animales. Ambas se dedicaron a trabajar en el juicio contra Paucara.
Serrano cuenta que aquello comenzó gracias a la vecina que filmó el hecho de sangre. “Ella tuvo la valentía de grabar a pesar que no podía ingresar al lugar para impedir el hecho. La mujer se encontraba en ese entonces embarazada”, añade.
La denuncia se realizó a través de la Policía Forestal y de Protección al Medioambiente (Pofoma). Ellos acudieron al lugar a verificar el hecho. Luego enviaron la carpeta a la Fiscalía.
Mientras tanto, el video se hizo viral en las redes sociales y sumaban las voces que pedían justicia por este crimen.
El juicio
Aunque no es un proceso legal común, los abogados estimaron que el juicio tendría por delante meses o años. En medio, hubo momentos de cansancio, pero las dos activistas no se quedaron derrotadas por la fatiga y los años del proceso.
“Estuvimos presentes en las diferentes audiencias que se realizaron. Se enviaron memoriales, solicitudes y demás documentos, todo eso tomó su tiempo. Incluso cambiaron de juzgado el caso. Al principio estaba el caso en la ciudad de La Paz y luego fue derivado a El Alto”, explica Serrano.
Durante el proceso, Paucara permaneció callado. Su abogada defensora no logró explicar o justificar la acción de su cliente y con el paso del tiempo éste se hundía más y se gestaba el fallo en su contra. Lo único que se sacó a relucir fue que el hombre es de la tercera edad.
Serrano y Morales se convirtieron en querellantes. Cuentan que juntas enfrentaron diferentes obstáculos y aprendieron bastante sobre cómo lidiar a futuro. A veces, relata Serrano, hubo personas que parecían indolentes ante el hecho y ellas sólo mostraban el video y era suficiente para echarle la carga de la culpa a Paucara.
Morales recuerda que fueron tres años y cuatro meses con muchos trámites, pero al final de cuentas valió la pena todo el esfuerzo porque el fallo que se dictó se convierte en jurisprudencia para otros procesos pendientes y futuros.
“Se hizo justicia”, afirma Serrano. Añade: “Se cumplió lo que le pedí al juez cuando pude tener la palabra el día del juicio final (el lunes 8 de mayo). Le pedí que dé el ejemplo de la aplicación de la ley para que esté a favor de la vida”.
El juez Pablo Medrano, con los elementos de las activistas y del fiscal Roger Rosas, dictó la sentencia de seis años y seis meses para Paucara. Aquello sucedió en el Juzgado de Sentencia, primero en Materia Penal de El Alto
Pero, añade Serrano, no es un trabajo que se ha limitado a ellos. Valora la participación de la vecina que filmó el hecho de sangre. También agradece a los efectivos de Pofoma que acudieron al sitio de forma rápida.
Jurisprudencia
Morales comenta que ha vuelto a ver el video porque debía mostrarlo a las autoridades, entonces el dolor volvió a ella. “Siento que se hizo justicia en este caso”, explica. Pero el triunfo mayor está por venir, con la jurisprudencia.
En el último tiempo se fueron sumando casos de biocidio, Morales informa que tiene al menos 15, y que la sentencia a Paucara podría repetirse en otros momentos.
Ahora está en proceso el caso de un perro que fue atropellado por un conductor la mañana del lunes 10 de abril. El chofer de 67 años no prestó auxilio al can; él fue detenido poco tiempo después. Este hecho también fue viralizado por las redes sociales y ante la presión el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, anunció la detención en su cuenta de Facebook.
La autoridad también informó del apresamiento de un español acusado de quitarle la vida a una perrita de raza Husky, en la capital cruceña, el 21 de abril.
La sentencia de esta semana en La Paz fue la más alta hasta el momento en el país. Antes ya se dictó otros castigos. El 31 de marzo se dictó una pena de tres años y seis meses a Ronny M., quien mató a Toffy a pedradas. El hecho sucedió el 29 de agosto del año pasado en Santa Cruz.
Luego, el 6 de abril Daniel R. A. fue condenado a cuatro años de cárcel en la prisión de El Abra, en Cochabamba. Él, sin justificación alguna, mató a machetazos al perro Koky en diciembre de 2021.
Morales y Serrano aguardan que se haga justicia con los animales a los cuales se les quita la vida, sin mediar razón alguna o por el simple hecho de obrar con EEmaldad.
La ley a favor de los animales
El biocidio está tipificado como cualquier acto que implique la muerte de un animal sin necesidad, por lo que se considera un crimen.
En Bolivia rige la Ley 700 para la Defensa de los Animales Contra Actos de Crueldad y Maltrato. Establece que “se sancionará con privación de libertad de dos años a cinco años y multa de treinta a ciento ochenta días a quien matare con ensañamiento o con motivos fútiles a un animal”.
Además “la sanción será agravada en un tercio de la pena máxima si se matare a más de un animal”. Lo que sucedió con Paucara, quien le quitó la vida a cuatro gatos. Él mismo aceptó este hecho durante el juicio.
Esta norma tiene por objeto establecer el marco normativo para la defensa de los animales, contra actos de violencia, crueldad y maltrato, cometidos por personas naturales o jurídicas.
No sólo está normado lo referente al biocidio. También hay otras prohibiciones, como el uso de animales en prácticas de instrucción militar, policial u otras, en las que se provoque la muerte o sufrimiento del animal.
También está vetado el someter a los animales a trabajos por encima de su resistencia o capacidad, al punto de causarles enfermedades o la muerte.
La norma evita el traslado de animales con procedimientos que impliquen crueldad, malos tratos, fatiga y carencia de descanso.
También en la norma está prohibido el sacrificio de animales en el que se provoque el sufrimiento innecesario y agonía prolongada.
Página Siete