La actuación que tuvo la Organización de Estados Americanos (OEA) en 2019, cuando concluyó la existencia de irregularidades en los comicios de ese año, sigue generando anticuerpos en el Gobierno.

Entonces, “han hecho una auditoría como han querido”, según lo entiende el embajador en el organismo Héctor Arce.
Por ello, Arce adelantó que el objetivo es llevar el caso a la Justicia. “Es un tema que, tarde o temprano, esté o no el señor Luis Almagro (secretario de la OEA), cuando concluya su misión, Bolivia ha de llevarlo a la justicia, porque estos temas no pueden quedarse abiertos”, afirmó.
Bajo la dirección de Almagro se realizó una auditoría a las elecciones que ganó Evo Morales. Los resultados preliminares fueron entregados la madrugada del 10 de noviembre de 2019 y hablaban de irregularidades en los comicios.
Aquello derivó en la renuncia de Morales y en su exilio transitado en Argentina.
Arce reveló en Bolivia TV que se conoció recientemente que «en la OEA no existen normas para la realización de auditorías como la hecha en 2019».
“No existen normas de auditoría de integridad electoral, es decir, (en 2019) han hecho una auditoría como han querido, han hecho una auditoría sesgada, no podría llamarse jamás una auditoría. Sesgada profundamente por intereses políticos para desestabilizar a un gobierno y a una democracia progresista”, denunció.
Tras la presentación del informe, el conflicto cívico-político se agudizó con el repliegue policial y la sugerencia militar de renuncia de Evo. Acorralado, Morales dimitió y poco después Jeanine Áñez se proclamó presidenta.
A días de hacerse del poder se dieron las masacres de Sacaba y Senkata, tras la represión militar y policial.
“Hay una conciencia generalizada (en los países parte de la OEA), una conciencia ya establecida en todos los países de la gravedad del atentado contra Bolivia”, aseguró y precisó que si bien no todos los países la manifiestan abiertamente, lo hacen de forma interna.
Arce aseguró que en la reciente asamblea de la OEA se volvió a hacer un reclamo sobre el accionar de la gestión de Almagro, porque en vez de cumplir con su rol de defensa de la democracia “fue la responsable, la Secretaría General de la organización, de un quiebre constitucional que nos ha dejado abiertas hasta hoy”.
ABI