El viceministro de Gestión consular de Bolivia, Fernando Pérez, dijo que la Cancillería del país espera que Chile presente próximamente la solicitud de extradición del exguerrillero chileno Pablo Muñoz Hoffman, quien fue detenido y luego liberado en La Paz.

Pérez mencionó que una vez que llegue el requerimiento «se seguirán los procedimientos adecuados» y que Bolivia dará una respuesta a Chile «en los tiempos» que establece ese procedimiento.
«Entendemos que en las próximas horas va a llegar la solicitud oficial de extradición«, agregó el viceministro.
Asimismo, dijo que el plazo para la aplicación de una extradición «depende de cada caso», puesto que primero el asunto debe pasar por una «coordinación» entre la dirección de Asuntos Jurídicos de la Cancillería y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
El caso más reciente es la extradición de Bolivia del exjefe antidrogas Maximiliano Dávila, solicitada por Estados Unidos en febrero de 2022, aprobada por la Justicia boliviana en noviembre del año pasado y ejecutada en diciembre.
El miércoles, el canciller chileno, Alberto van Klareven, declaró que Chile insistirá en la extradición del exguerrillero, ya que el martes el Ejecutivo chileno acudió a la Corte Suprema del país «para solicitar la detención y la extradición» de Muñoz.
También en la víspera, la directora general de Migración de Bolivia, Katherine Calderón, afirmó a medios locales que Chile no había requerido la extradición del guerrillero chileno, quien contaba con una alerta roja de Interpol, misma que «no es considerada como una forma de detención para Bolivia».
Calderón agregó que Muñoz «se encontraría en La Paz» y que la Policía tendría que tener su «localización» exacta.
El lunes, Muñoz fue interceptado por la Interpol de Bolivia, que recibió una alerta sobre la presencia del hombre en el Consulado de Chile, en La Paz.
Como no tenía documentos, se revisaron sus registros de migración y se constató que su ingreso a Bolivia fue irregular y que contaba con una notificación roja de Interpol, explicó en su momento el director nacional de esa entidad en el país andino, Juan Carlos Bazoalto.
El chileno fue detenido en ese momento y se tenía previsto entregarlo a las autoridades de su país en un punto fronterizo, lo cual finalmente no ocurrió.
Muñoz, junto a Mauricio Hernández Norambuena, Ricardo Palma Salamanca y Patricio Ortiz Montenegro, eran miembros de la extinta organización guerrillera Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), señalados como responsables del asesinato del senador Jaime Guzmán, en 1991.
Los cuatro protagonizaron la llamada «fuga del siglo» al escapar de la cárcel de Alta Seguridad de Santiago el 30 de diciembre de 1996 amarrados y colgados de una cuerda del helicóptero, en una espectacular acción que duró menos de un minuto.
Muñoz Hoffman era el último de los cuatro exguerrilleros cuyo paradero era desconocido hasta ahora.
EFE