Caída en 30% de bonos soberanos surge por inestabilidad interna, según analistas

La caída de los bonos soberanos de Bolivia en 30 por ciento de su valor original ocurre por la inestabilidad interna y no precisamente por el contexto externo, como lo explicó el Gobierno. Según economistas, una de las principales consecuencias es el encarecimiento de la deuda pública externa.

Después de que se supo que los bonos soberanos bolivianos con vencimiento en 2028 se habían desplomado a 70 centavos de dólar, de acuerdo a Bloomberg, un medio especializado en economía, el Ministerio de Economía y Finanzas señaló que esto fue una causa de la inestabilidad internacional y el aumento de las tasas de interés en el mundo para contrarrestar la inflación.

El Gobierno boliviano no se refirió a los problemas internos que atraviesa el país como causa de la disminución de la confianza de los inversionistas extranjeros.

Inestabilidad interna

El consultor financiero internacional Jaime Dunn explicó que el precio de los bonos fue cayendo abruptamente con el desorden social y político registrado en 2022 y principios de 2023. Si bien los factores externos influyeron, los internos lo hicieron en mayor medida.

“Los mercados internacionales se han estabilizado, pero los bonos bolivianos tienden a tener una volatilidad superior. Claramente su cotización refleja las características de la economía y todo lo que pasa en los aspectos políticos”, dijo Dunn en contacto con Los Tiempos.

Acotó que el desplome de las reservas internacionales netas (RIN) de 15.500 millones de dólares en 2014 a 3.500 millones a principios de febrero contribuyó a esta percepción negativa, pero principalmente el nivel de las reservas en divisas, que llegan apenas a 372 millones.

El economista Gabriel Espinoza explicó que, pese al panorama problemático para la economía a nivel mundial, pocos países cayeron como Bolivia, que en cuanto a bonos se refiere sólo está por encima de Ucrania, devastada por la guerra con Rusia, y Ecuador, con dificultades para honrar su deuda.

En su criterio, el bajo nivel de las RIN es la principal causa del derrumbe de los bonos soberanos, y la falta de información al respecto solamente ha acrecentado el temor de los inversionistas y tenedores de bonos.

El BCB lleva un mes sin publicar el estado de sus reservas y la información que se tiene corresponde al 8 de febrero.

Deuda más cara

Si el valor de los bonos emitidos por Bolivia cae, las tasas de interés de éstos deben subir para compensar este desplome, señaló Espinoza, quien mencionó que así la deuda externa se hace más cara y cada vez menos accesible.

“En la medida en que el precio cae, se tiene que pagar una tasa de interés más alta para que estos bonos sean aceptados y mantenidos por los tenedores. Y, si quieren deshacerse, debe haber una compensación en la tasa de interés”, dijo el economista.

Si bien la actual situación perjudica para que Bolivia acceda nuevamente al mercado de valores con 2 mil millones de dólares (como se contempla en el Presupuesto General del Estado 2023), también afecta a empresas públicas e inversionistas en general que desde Bolivia cotizan en los mercados internacionales, pues el prestigio del país se ve mermado.

Si el riesgo país de Bolivia sube por el temor de que no pueda pagar sus deudas por falta de divisas, el riesgo del privado también sube, dijo Espinoza.

La economía tiene varios problemas

El país atraviesa problemas macroeconómicos que ocasionan la pérdida de confianza de los inversionistas extranjeros, señalaron los analistas consultados por este medio.

Entre estos problemas están el déficit público consecutivo por más de nueve años (desde 2014), la falta de inversión privada, la inseguridad jurídica, la inestabilidad política, el déficit en la balanza energética, la alta informalidad y precariedad laboral, y la caída de las RIN, entre otros factores.

A esto se suma la falta de transparencia por parte de las instituciones encargadas de la economía del país.

Asimismo, la deuda pública (externa e interna) ha ido en aumento, elevándose de un 14,5 por ciento del PIB en 2008 a casi un 30 por ciento del PIB para fines de 2022.

Los Tiempos

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