Caso ‘Golpe’: caen 17 militares, van a la ‘caza’ de más y evalúan clan

Acabó la jornada en que los medios del mundo volcaron, al mismo tiempo, su mirada prioritaria hacia Bolivia. Terminadas las horas de caos e incertidumbre, con la plaza Murillo de La Paz como epicentro de la marcha de tanques de guerra, lo que sigue es la suerte de “capítulo” 2 del hecho: la “caza” de militares.

Desde el Gobierno, la versión sostenida y reforzada es la de “golpe de Estado fallido”, mientras que desde la oposición y el “evismo” aseguran que lo acontecido pudo haber obedecido a un supuesto “autogolpe”.

Lo cierto es que, ahora, la tarea en curso de la Policía Boliviana y del Ministerio de Gobierno es dar con los presuntos implicados de las Fuerzas Armadas en la fuerte revuelta militar que enfrentó al gobierno del presidente Luis Arce y supuso el repudio colectivo de la comunidad internacional.

En ese entendido, cayeron ya 17 personas, entre excomandantes, exsubcomandantes, mayores, otros exjefes de guarniciones y un civil. Y la Policía busca a cuatro más: tres del servicio pasivo y uno activo.

El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, presentó ayer a todos ellos, sobre quienes dijo que pertenecen a una “organización criminal” que intentó quebrantar el orden constitucional de Bolivia.

También habló de “ideólogos”. Los principales, según Del Castillo, serían el excomandante del Ejército Juan José Zúñiga y Juan Arnez, vicealmirante de la Armada  Boliviana. Ambos fueron capturados el mismo miércoles.

CUATRO GRUPOS

En la especie de “organigrama”, el Ministro separó, también, a cuatro grupos: el de la preparación y planificación, el de la organización y coordinación; el del ejercicio de la fuerza y el de la consolidación del golpe.

En el primero figuran Zúñiga, Arnez, el civil Aníbal Aguilar -sobre quien vale resaltar que es un experto internacional en planificación- y Juan Mario Paulsen. En el segundo están Román Caway Cossío, Julio Omar Buitrago, Leonel Sanjinez, Miguel Fernando Iriarte, Luis Domingo Balanza, Waldir Mamani y Marco Caviedes.

En el tercer grupo figuran los que en consonancia con Del Castillo actuaron por la fuerza, munidos de tanquetas que se plantaron justo frente al Palacio de Gobierno. Son cuatro, pertenecientes a las Fuerzas Armadas: Roberto Octavio Argandoña (excomandante de los Colorados), Raúl Barbery (excomandante de la Policía Militar), Marcelo Franklin Gutiérrez (exsubcomandante de la Policía Militar) y Franz Luis Ordoñez (exjefe de planificación).

“Son ellos quienes desplegaron el armamento bélico en contra del pueblo  boliviano y tenían en la última fase de su plan consolidar el golpe. Estaban trabajando con Alejandro Irahola y Juan Carlos Delgadillo, personas a cargo de los regimientos en La Paz”.

Finalmente, en el grupo 4, Del Castillo nombró a los antes mencionados, es decir, Irahola, exjefe de la División Mecanizada de Viacha, y Delgadillo, exjefe del recinto militar de Achacachi. “Querían consolidar el golpe de Estado”, dijo.

BUSCADOS

La tarea de ejecutar más aprehensiones no termina. Hay cuatro “hombres fuertes” que son buscados por la Policía. Se trata de los militares retirados Tomás Peña y Lillo, José Antonio Ágreda y Ramiro Eduardo Calderón, además de Miguel Ángel Burgos, “un mayor que daba instrucciones momento a momento a los militares en la plaza Murillo”, a decir del Ministro. Claro que la lista sigue.

PLANIFICADO DESDE MAYO

El Gobierno entiende, como producto de un trabajo hecho por Inteligencia de la Policía, que lo sucedido el miércoles 26 de junio fue planificado desde mayo.

Es por ello que el Ministerio de Gobierno solicitará al Ministerio Público que pese sobre los acusados el tipo penal de destrucción o deterioro de los bienes del Estado y la riqueza nacional, tras la arremetida de uno de los tanques contra el Palacio Quemado. “El principal objetivo que tenemos es lograr la aprehensión de todos los miembros de esta organización criminal que desde mayo planificó este golpe de Estado fallido”.

MENSAJE A EVO

Consultado Del Castillo sobre la posibilidad de que Evo Morales haya estado detrás de lo acontecido el miércoles, prefirió no “polemizar” sobre ello. Llamó a la unidad y a dejar de lado las divisiones políticas.

“No vamos a polemizar, no vamos a politizar un tema tan sensible. No vamos a caer en provocaciones políticas ideológicas. Este es un momento en que los bolivianos reflexionemos sobre nuestras diferencias y trabajemos por la unidad. Es el momento oportuno (para) que podamos reencontrarnos entre todas y todos. No es momento de mirar divisiones políticas. Es momento de sacar a los golpistas de nuestro país, de las calles, de los cuarteles y ponerlos tras las rejas”.

Agencias

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