Este miércoles, en el juzgado de sentencia penal, anticorrupción y contra la violencia hacia las mujeres Nº 4 de Cochabamba, se reinicia el juicio contra los ex provinciales de la Compañía de Jesús, Ramón Alaix Busquets y Marcos Recolons de Arquer, por presunto delito de encubrimiento en el caso de oficio contra Alfonso Pedrajas Moreno, autores y encubridores, por el delito de violación y abuso sexual.
Este proceso, iniciado de oficio por el Ministerio Público, subsume los procesos acumulados instaurados por la Procuraduría General, por el provincial jesuita Bernardo Mercado Vargas, el Ministerio de Educación, y la ampliación solicitada por el Servicio Plurinacional de Apoyo a las Víctimas.
“Esperamos que la justicia boliviana emita señales claras para el país y el mundo pues, aunque las instituciones eclesiales involucradas en estos delitos sean multinacionales, en Bolivia sus crímenes de lesa humanidad no quedarán impunes, que se velará por el derecho preferente para salvaguardar los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes”, aseguró Wilder Flores, presidente de la Comunidad Boliviana de Sobrevivientes.
“El modus operandi de los provinciales jesuitas, de reubicar a los perpetradores y esconder los escándalos suscitados por repetidas denuncias, en vez de denunciarlos y apartarlos de los niños, provocó que los perpetradores siguieran abusando a cientos de niños, de manera sistemática, a lo largo de décadas, y con un sofisticado mecanismo de encubrimiento institucional”, aseguró Pedro Lima, vocero de la organización de sobrevivientes.
Será un juicio oral con 18 víctimas denunciantes, 50 pruebas documentales diversas, 18 informes psicológicos, 33 otros elementos y declaraciones múltiples; más de 50 pruebas testificales, 25 evidencias materiales múltiples, además de prueba psicológica a una víctima denunciante y una pericia antropológica con prospectiva de género.
El Deber