La Fiscalía Departamental de Cochabamba imputó formalmente a dos antiguos superiores de la Compañía de Jesús: Marcos Recolons y Ramón Alaix, ambos curas españoles, acusados de, presuntamente, encubrir por décadas los delitos del jesuita Alfonso Pedrajas, sacerdote confeso de haber abusado a generaciones de menores de edad en Bolivia durante 1970 e inicios del siglo.
Los dos curas deberán comparecer ante la Justicia este jueves, a las 10:00, en una audiencia presencial en Cochabamba.
Recolons, de 81 años, y Alaix, de 83, fueron citados como encubridores, junto a otros siete curas superiores, por Pedrajas en un diario que el fallecido cura (2009) escribió y en el que detalla y confiesa decenas de abusos en centros bolivianos. La acusación formal contra los religiosos es por el delito de encubrimiento vinculado al abuso deshonesto tipificado y sancionado por el artículo 171 del Código Penal.
“Tenían la obligación de controlar el funcionamiento de cada una de las obras jesuitas, más aún en la que tenían bajo su cuidado y protección a niños y adolescentes en evidente estado de vulnerabilidad”, indica el documento de imputación.
Ha pasado un año desde que El País de España publicará un extenso reportaje sobre el diario de Pedrajas.
Dicho trabajo periodístico fue replicado inmediatamente por medios locales, incluido OPINIÓN, poniendo en foco de la agenda el abuso de menores por parte de la Iglesia.
A raíz del revuelo mediático, la Fiscalía abrió una investigación de oficio, y tanto el Ministerio de Educación como el procurador general de Bolivia en aquel entonces, Wilfredo Chávez, se personaron como acusación ante los tribunales.
IMPUTACIÓN FORMAL
El Ministerio Públicó ha solicitado medidas cautelares contra los imputados por “peligro de fuga”, “peligro efectivo para las víctimas” y por posible “obstaculización judicial”.
La Compañía de Jesús movió ficha: también denunció el caso y apartó a ocho de sus ex altos cargos —entre ellos a Recolons y Alaix—. Todo esto animó a nuevas víctimas a contar su caso, muchas de ellas señalaron a otros clérigos de pederastia. En total, este periódico informó de hasta una decena de sacerdotes acusados de abusos de menores en centros bolivianos. Siete eran españoles. Entre ellos, el arzobispo de La Paz Alejandro Mestre y otros jesuitas compañeros de Pedrajas que aparecen citados en su diario, como Lucho Roma o Luis Tó. Este último, trasladado en 1992 por la Compañía de Jesús de España a Bolivia después de ser condenado en Barcelona por abusar de una menor de ocho años, según detalla El País.
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