Concluyó la primera ronda de alegatos orales del juicio por las aguas del Silala. Esta vez y ante los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Chile aseguró que no pagará por el recurso hídrico que recibe debido a que le asiste la normativa internacional que regula los cursos internacionales de agua. Ese país aceptó, en 2009, erogar una compensación, tras una negociación bilateral.

“Chile es libre de usar las aguas del Silala como le plazca, sin pago ni acuerdo alguno adicional, siempre y cuando su uso sea equitativo y razonable”, afirmó el jurista inglés Alan Boye, poco antes de cerrar su presentación en la que pidió al tribunal rechazar las exigencias que Bolivia planteó en su contrademanda en la Corte.
Tras un largo proceso de diálogo bilateral de más de 10 años, que incluyó la conformación de un grupo especial de trabajo sobre el Silala y los recursos hídricos, Chile llevó a Bolivia en 2016 a un juicio internacional para que el Tribunal de La Haya declare a esa reserva hídrica como un río y, de ese modo, se le reconozcan todos sus derechos de uso compartido.
Bolivia respondió dos años después. Demandó una compensación como resultado de un acuerdo entre las partes. Además, el país exigió potestad soberana sobre el Silala, que es una reserva de agua subterránea que está ubicada por encima de los 4.000 metros sobre el nivel del mar y a casi cuatro kilómetros de la frontera.
Chile no solo rechazó ayer todos esos pedidos, sino que los descalificó. Boye aseguró que ya no está en discusión la soberanía de Bolivia sobre el sistema de canales que se construyeron para trasvasar el agua captada desde la reserva hídrica que está en el sudoeste potosino. Es más, el jurista culpó al país por los supuestos daños ambientales que las obras civiles pudieron haber causado.
“Bolivia quiere que se le pague para conservar las canalizaciones, pero el martes (5 de abril) ellos hablaron de su derecho de restaurar los humedales. No pueden hacer las dos cosas. Si les pagamos para mantener el flujo del agua de la canalización, cómo pueden restaurar los humedales que presuntamente están secos. ¿De dónde vendrá el agua? Solo puede venir del Silala. Sería desvestir a un santo para vestir a otro por un problema ambiental que la propia Bolivia ha creado mediante su negligencia”, señaló Boye.
En realidad, la postura del jurista vino a reforzar la argumentación de su colega, la abogada suiza Laurence Boisson de Chazournes, quien explicó las razones por las que Chile no se hará cargo del sistema de canales que se construyeron a inicios del Siglo XX para permitir que las aguas del Silala atraviesen la frontera.
“Nunca hemos negado la soberanía de los canales sobre su territorio ¿Y cómo lo podría? Chile no participó en la construcción de estos canales en territorio boliviano. Esas obras fueron construidas por la compañía ferroviaria británica The Antofagasta-Bolivian Railway Company (que al día de hoy se la conoce como FCAB), en base a una concesión otorgada por el gobierno boliviano en 1908. Chile tampoco discute el derecho de Bolivia de desmantelar los canales. Esa más, jamás hubiésemos podido impugnar ese derecho, puesto que fue solo, con la presentación de la contramemoria de Bolivia, que se expresó el deseo de destruir esas canalizaciones”, puntualizó Boisson de Chazournes.
Al término de la sesión y como ocurrió durante el proceso oral, el agente de Bolivia ante la CIJ, Roberto Calzadilla, emitió una breve declaración. La de ayer duró menos de un minuto. “En su intervención, Chile aceptó que Bolivia tiene derecho sobre las obras hidráulicas y sistemas de drenaje de las aguas del Silala y, a decidir sobre su conservación. Con esta intervención, se cerró la primera fase de las audiencias públicas”, comentó el diplomático.
Entre hoy y mañana, científicos contratados por ambos países pasarán al estrado para ser interrogados por las partes. La presidenta de la CIJ, la jueza estadounidense Joan Donoghue, anunció que hoy será el turno de los especialistas chilenos quienes atenderán las inquietudes de los abogados.
El equipo científico del Instituto de Hidrología de Dinamarca (IHD) presentará, este viernes, los resultados de las pesquisas que hicieron en territorio boliviano y responderán las interrogantes sobre la naturaleza del Silala.
Uno de los resultados de estas investigaciones señala que sin los canales, el recurso hídrico que pasa a Chile se puede reducir hasta en 40%. Actualmente, 160 litros de agua por día pasan la frontera y existe la posibilidad de que haya otro cauce subterráneo sobre el que se requieren nuevos estudios.
Pero para Chile, todo el sistema del Silala es un río de curso internacional que ya está regulado con derechos y obligaciones para los Estados ribereños. El abogado Boye, en su descripción de ayer, no enumeró ningún deber de Chile.
“Los argumentos de Bolivia son peligrosos y desestabilizantes. Es una demanda infundada e indignante sobre las aguas del Silala. El Silala corre hacia Chile; los ríos siempre manan de un lugar y corren hacia otro. Invitamos a la Corte a declarar que el Silala sigue siendo un río, con independencia de que fluya como un arroyo, en canalizaciones o bajo tierra”. dijo el jurista al cerrar los alegatos.
Negociación de 2009
Ese año, Chile aceptó compensar a Bolivia por las aguas del Silala y incluso abrió la posibilidad de subir esa obligación por efecto de un estudio compartido.
Proceso legal
Los alegatos comenzaron el 1 de abril y concluirán el 14. Se prevé que la Corte Internacional emita su fallo final en noviembre.
Flujo internacional
Bolivia admitió en sus descargos que Chile recibía de manera natura una parte de las aguas del Silala. La nación vecina quiere que todo el sistema sea un río.
