La cifra de muertos por el poderoso terremoto que golpeó el pasado domingo a Siria y Turquía ascendió a más de 21.000 muertos, según informaron las autoridades locales.
La ayuda humanitaria gestionada por la ONU llegó este viernes a algunas poblaciones de Siria, sin embargo, debido a que ya pasó el periodo de tres días, que se consideran cruciales para la supervivencia humana, las esperanzas de encontrar personas con vida bajo los escombros se apagan.
El tiempo transcurrido, sumado a las gélidas temperaturas de la región, convierten los rescates en algo cercano al milagro, como el de la joven turca Melda Adtas, encontrada viva 80 horas después del temblor, según detalla una nota de Infobae.
La chica de 16 años quedó atrapada en una especie de pozo profundo bajo un edificio derrumbado en la ciudad de Antakya. Gracias al aviso de los vecinos que escucharon su débil voz, pudo ser hallada y salvada.
“¡Que Dios los bendiga! ¡Que Dios los bendiga a todos!”, exclamó su padre llorando de alegría mientras los equipos de rescate sacaban a su hija de entre las ruinas.
En una región ya castigada por la guerra civil en Siria y el desplazamiento de millones de personas, el terremoto de magnitud 7,8 sorprendió a muchos.
Agencias-Infobae
