El Comando General de la Policía Boliviana dispuso este viernes (28.07.23) la baja definitiva del capitán Javier Alberti Uzqueda, que estuvo involucrado en diferentes hechos ilícitos desde narcotráfico, robo agravado, secuestro y extorsión.

El documento que es dirigido al comandante general de la ‘verde olivo’ y que lleva la firma del general Álvaro Marcelo Flores, presidente del Tribunal Disciplinario Superior de la Policía Boliviana, señala que se declara ejecutoriada la resolución N° 258/2023 de fecha 11 de julio de 2023, donde se resuelve el retiro o baja definitiva de la institución sin derecho a reincorporación en contra del funcionario policial mencionado.
Más tarde, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, confirmó mediantes sus redes sociales la baja del uniformado y afirmó que con esta determinación se va “limpiando de las fuerzas policiales los elementos dañinos para la institución y el trabajo policial”.
“No permitiremos que se empañe el trabajo de casi 40 mil hombres y mujeres por algunos efectivos policiales que adecúan su conducta a tipos penales”, posteó Del Castillo.
Desde el 23 de marzo del presente año, el capitán Javier Alberti cumple detención preventiva en la cárcel de Palmasola acusado del delito de robo agravado, luego que fue filmado por un ciudadano cuando el acusado junto a su camarada del mismo grado, Salomón Salek, sometían a un hombre para robarle su dinero en Santa Cruz, en el barrio Foianini el 18 de marzo.
El policía reincidente
El nombre de Javier Alberti Uzqueda salió a luz pública en 2009, cuando en su cargo de subteniente fue hallado traficando 59 kilos de cocaína. En aquel año, fue procesado y condenado por tráfico de sustancias controladas por lo que fue enviado al penal de Palmasola. Ahí estuvo recluido tres años, hasta el 2012.
Posteriormente, el mismo uniformado tuvo antecedentes penales por secuestro y otros delitos. El 8 de marzo de 2015, el ministro de Gobierno Hugo Moldiz, dio a conocer la aprehensión de Alberti, dos policías y un abogado, acusados por el delito de secuestro y extorsión al usar el nombre del vicepresidente Álvaro García Linera, para sus fines delictivos.
Una de las víctimas acusó al uniformado de secuestrarla con el fin de exigir el pago de $us. 100.000, de lo contrario, la acusaría de narcotraficante. Moldiz dijo que ante estos antecedentes, ordenó la baja del entonces subteniente, sin embargo, nada de esto ocurrió.
Con estos antecedentes, Javier Alberti continuó trabajando en la ‘verde olivo’ de manera inexplicable. Su imagen fue ‘lavada’ el 23 de abril de 2019, cuando le salvó la vida a un joven de 17 años que intentó lanzarse de los Puentes Trillizos en La Paz.
En 2022 nuevamente estalló un escándalo sobre un caso de tráfico de vehículos robados de Chile y que salpicaba el nombre de un policía como uno de las cabecillas. Aquella autoridad señalada era Javier Alberti Uzqueda.
Fue el investigador chileno del Grupo de Búsqueda de Vehículos (GBV) Robados, Hugo Bustos, que denunció a Alberti por tener bajo su posesión una camioneta robada en Chile, que había recibido en Uyuni y por la que presuntamente pedía 5 mil dólares para devolverla.
El sindicado quedó al descubierto cuando decidió poner el motorizado a la venta en sus redes sociales, debido a los constantes controles a autos chutos que realiza Diprove. Su aprehensión fue dada a conocer por el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo.
El 1 de junio de 2022, el Juzgado 1ro de Anticorrupción de la capital paceña determinó la reclusión preventiva de Alberti por cuatro meses a la cárcel de San Pedro en La Paz, tras ser acusado de comercializar un vehículo que fue robado en Chile. A ello, la institución del orden le aperturó un proceso administrativo al funcionario.
Un mes después y de manera sorpresiva, precisamente el 13 de julio del mismo año, el Juzgado Cuarto de La Paz dispuso detención domiciliaria para el capitán de la Policía, Javier Alberti.
El Deber