La alianza opositora Creemos se fracturó en las últimas horas a raíz de la elección de Óscar Michel como jefe de bancada nacional, una supuesta infiltración del exasesor de Evo Morales Wálter Chávez y denuncias de una presunta alianza con el MAS. Analistas ven que la división era previsible porque Creemos es un “collage” de fuerzas políticas y que ello sólo debilita a la oposición.

El 6 de noviembre, el líder de Creemos y gobernador cruceño, Luis Fernando Camacho, posesionó a Michel y Khaline Moreno como subjefa de la bancada.
La posesión de Michel se hizo pese a que el anterior jefe, José Carlos Gutiérrez, lanzó una convocatoria para la elección de dicho cargo, en la que participaron dos planchas. Allí fue elegido Leonardo Ayala, según la diputada Fabiola Guachalla.
El diputado Fernando Llapiz denunció la actitud “antidemocrática” de Camacho.
A ello se sumaron las denuncias que surgieron el miércoles de que Gutiérrez pactó con el Movimiento Al Socialismo (MAS) para elegir a Jerges Mercado como presidente de la Cámara Baja, algo que Gutiérrez rechazó, Luego, apuntó al exasesor Chávez de haberse “infiltrado” en Creemos con la venia del gobernador Camacho para designar a Michel.
Al final de la tarde, el diputado Erwin Bazán, del grupo de Camacho, confirmó la fractura. “José Carlos y ese grupo ya no trabajan con Creemos, ya no forman parte de la alianza, pero hay cuestiones administrativas como los curules, que requieren un análisis posterior”, enfatizó.
Fractura “era previsible”
En enero de 2021, el líder de Creemos, Camacho, expulsó de esa alianza a los diputados Tito Caero, Sandra Paz, Runny Callaú y Omar Rueda por presentar una carta nominando a uno de sus colegas para ser parte de la Comisión de Ética, cuando la bancada ya había presentado el nombre de otro legislador.
Un año y 11 meses después, Creemos se fractura, algo que para el analista Rolando Schrupp era predecible. “Era previsible, porque la conformación de la alianza fue un collage de muchos cuadros políticos, pero sin un proyecto político. Los primeros que se separaron fueron los ucesitas y ahora está partido en tres. Creemos demuestra la ausencia de un verdadero peso político en Santa Cruz y el modelo de comparsa no puede aplicarse en un partido político”.
José Peralta, otro analista político cruceño, opina que la oposición ahora se debilita más. “Es un debilitamiento político de la oposición. Antes ya se fueron cuatro diputados y, con relación a la facción que se dividió de José Carlos (Gutiérrez), hay que recordar que él no es fundador de Creemos; viene de Demócratas y ahora pierde credibilidad”.
Página Siete