Los problemas estructurales en Bolivia, que han derivado en la crisis económica actual, tienen larga data, remarca la Fundación Jubileo en un último documento que explica el significado de ajuste económico, tan mentado durante esta campaña electoral.

“Las medidas que se tendrían que tomar darían inicio a la solución, pero no resolverán la crisis económica de forma inmediata. Corregir y equilibrar tomará tiempo”, reza el documento titulado “¿Qué es el ajuste económico?”.
Jubileo señala que no es posible resolver el desabastecimiento de combustibles a corto plazo por lo que demanda su producción y la generación de divisas para su importación. Enumera también la necesidad de reconstituir el sector exportador, cumplir con la deuda, devolver dólares a los ahorristas, acudir a organismos financiadores, entre otras tareas.
Todo pasa por sincerar precios, contener turbulencias y restablecer equilibrios en mercados, a la par de generar confianza y gestionar expectativas sobre el precio del dólar y la inflación, apunta.
Paralelamente, la ampliación de la producción, la mejora de la productividad y la generación de empleo también toman tiempo y dependen de lo anterior, indica Jubileo.
“Es un proceso de varios años, cuya duración estará condicionada por múltiples factores. Sin embargo, cuanto antes se implemente un plan de ajuste, menor será la duración y la profundidad de la crisis”, concluye.
¿Y LOS PLAZOS?
El analista en Presupuestos de Jubileo, René Martínez, remarca a CORREO DEL SUR que no es posible precisar cuántos años tomará resolver la situación actual.
“No es una crisis que se va a resolver en un término de meses ni en el primer año; son temas estructurales (…) tenemos unos huecos muy grandes y unos desequilibrios muy complejos”, expresa.
Pone de ejemplo que la reconstitución de un sector exportador demanda cinco años para adelante, es decir, es un desafío de mediano plazo.
“Todavía estamos en la parte de la inflexión, o sea, en la caída; incluso por las proyecciones que han mostrado algunos organismos internacionales, los siguientes años son de recesión; es decir, la economía va a decrecer todavía; entonces no hemos tocado ni siquiera fondo y de ahí viene la recuperación. Nosotros decimos de mediano plazo para adelante, de cinco años para adelante”, sostiene.
“Dependiendo cómo se dan las cosas, esta crisis puede durar una década o más”.
Consultado, el economista Fernando Romero enfatiza que los plazos son muy complejos en epoca de crisis, mientras que su par Joshua Bellot apunta que depende de las medidas y del personal que las aplique.
“No se puede tener un plazo bien claro, menos con las proyecciones (…) Tal vez en un escenario más realista, de dos a tres años para estabilizar y sacar al menos en algo a Bolivia de esta crisis”, expresa Romero, pero aclara que eso dependerá de la disponibilidad de recursos internos y externos y las medidas de ajuste fiscal.
Advierte que generar expectativas puede traducirse en pesimismo.
“Solamente para la estabilización se tome como unos seis meses, pero cuando hablamos de la reactivación económica estos procesos suelen ser más lentos, a largo plazo; en el mejor de los casos podríamos reactivar la economía en dos o tres años”, indica Bellot y hace notar que cualquier ajuste tendrá sus primeros efectos sobre el crecimiento. Así, antes de una mejora, puede profundizarse la recesión y acelerarse la inflación, el desempleo y la pobreza.
Correo Del Sur