Una de las poblaciones indígenas más afectadas por el mercurio e incluso con el riesgo a larga data de desaparecer física y culturalmente es la nación Esse Ejja; esta fue una de las conclusiones del informe defensorial “Estado de implementación y cumplimiento del Convenio de Minamata sobre el mercurio”, presentado este martes.
El documento llama a los tres niveles del Estado a tomar acciones para proteger la salud y el medioambiente frente a este químico.
Según la defensora del Pueblo, Nadia Cruz, el informe indica que la importación de mercurio en Bolivia ha tenido un crecimiento sostenido y exponencial durante los últimos años, al igual que el sector minero.
“El mercurio que es liberado sobre los ríos y cuerpos de agua, ingresa en el organismo de peces que son consumidos regularmente por los pueblos indígenas, afectando de esa forma su salud y su medioambiente. La liberación de mercurio en ríos suelos o aire afecta la propia fauna y flora, poniendo en riesgo los sistemas de vida de la madre tierra”, señaló en conferencia de prensa.
Entre las recomendaciones, el informe sugiere la creación de un plan nacional del mercurio.
Además, establece tareas para el Legislativo, diferentes carteras del Estado y los niveles departamentales y municipales de gobierno.
“Se ha producido una resistencia ante la regulación del mercurio, sin embargo, ésta es no solamente necesaria, sino urgente, para evitar la mayor profundización de los derechos humanos de los pueblos indígenas y de la madre tierra”, explicó.
Una de las sugerencias planteadas al Ministerio de Medio Ambiente es: “Coordinar con las Entidades Territoriales Autónomas la elaboración, seguimiento y ejecución del plan nacional de reducción de mercurio”.
El informe concluye que Bolivia “no ha establecido las condiciones materiales, técnicas y económicas para proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones antropogénicas de mercurio en el país de acuerdo a las obligaciones suscritas mediante Ley N° 759 de 18 de noviembre de 2015, a través de la cual se ratificó el Convenio de Minamata sobre el Mercurio”.
El objetivo del Convenio de Minamata es proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones antropógenas y compuestas de mercurio.
Página Siete
