En menos de 24 horas, dos privados de libertad escaparon de centros penitenciarios en Bolivia, lo que ha puesto en evidencia fallas en los protocolos de seguridad penitenciaria y la custodia de reclusos durante traslados médicos.
El primer caso se registró este lunes en Viacha, La Paz, donde Roland Catari Valencia, de 21 años, acusado por el delito de violación, se dio a la fuga durante una salida médica programada desde el penal juvenil de Qalauma. El recluso aprovechó un descuido del custodio y escapó en inmediaciones del centro de salud.
“La salida estaba autorizada por recomendación médica, pero el reo burló al custodio y se fugó”, confirmó el teniente Ronald Balderrama, comandante de la Estación Policial Integral (EPI) de Viacha.
Se activaron patrullajes en la zona y la Policía difundió la imagen de Roland solicitando ayuda a la ciudadanía. Al momento de la fuga, vestía una chamarra negra con celeste, pantalón beige y sandalias.
El segundo caso ocurrió en Cochabamba, donde otro recluso, uno que purgaba pena en El Abra, escapó mientras era trasladado de regreso a ese recinto penitenciario tras un examen en el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF). De acuerdo con fuentes policiales, el reo se logró fugar cuando el vehículo aún estaba en movimiento, sorprendiendo a su custodio.
Este último suceso se da solo un día después de que dos internos del mismo penal fueran descubiertos intentando huir al cortar los barrotes de su celda de aislamiento.
Ambos hechos están siendo investigados. En el caso de Qalauma, se prevé que el jefe de seguridad del penal presente una denuncia formal por el delito de evasión, y no se descarta la imputación por favorecimiento a la evasión, si se determina negligencia o complicidad del personal de custodia.
Las fugas han generado preocupación en la opinión pública sobre el nivel de control y vigilancia en los recintos penitenciarios del país, especialmente durante traslados externos.
El Deber
