El candidato presidencial del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz Pereira, regresó de una gira en Estados Unidos que calificó de “exitosa” y que, afirmó, permitirá garantizar el suministro de diésel y gasolina en Bolivia a partir del 8 de noviembre, en caso de imponerse en la segunda vuelta electoral. El anuncio se dio en paralelo a la presentación de su asesor económico, Gabriel Espinoza, quien remarcó que el ajuste fiscal que plantea el PDC no implicará despidos masivos de funcionarios públicos, sino un “drástico recorte de gastos superfluos” en el aparato estatal.

Espinoza, economista y consultor, sostuvo que la propuesta del PDC coincide con las recomendaciones de instituciones multilaterales, pero que responde a una “responsabilidad boliviana” antes que a una imposición externa. “El gasto público hoy día está siendo financiado con emisión monetaria, y esa emisión se convierte en inflación que golpea sobre todo a los sectores más pobres. Eso tiene que cortarse de inmediato”, aseguró.
El plan de reducción se aplicaría desde el primer día de un eventual gobierno de Rodrigo Paz. La estrategia no contempla despidos masivos porque, como explicó Espinoza, más de 400 mil de los 550 mil empleados públicos dependen de gobiernos subnacionales, universidades y alcaldías, fuera del control del Ejecutivo central. Entre los funcionarios bajo tuición nacional, la mayoría trabaja en sectores de salud y seguridad, que el PDC considera intocables.
“De nuevo, el recorte viene por el lado de gastos superfluos. Un ejemplo claro es el Ministerio de la Presidencia, que maneja 2.100 millones de Bolivianos para infraestructura, cuando se trata de una cartera de coordinación. Ese presupuesto se elimina de inmediato”, añadió Espinoza.
El asesor también adelantó que las llamadas “pymes públicas”, empresas estatales pequeñas, con resultados deficitarios, dejarían de recibir financiamiento desde el día uno, mientras se realizan auditorías técnicas y financieras para definir su futuro. Entre las alternativas mencionó su cierre, transferencia al sector privado o a gobiernos subnacionales, dependiendo de cada caso.
Paralelamente, el PDC impulsará medidas de “choque productivo”, como la desregulación del aparato empresarial, la eliminación de cupos a la exportación y el fin de los precios tope en cadenas de alimentos. “El aparato productivo tiene que funcionar sin trabas, eso se hará desde el primer día”, sostuvo Espinoza.
Gira exitosaMientras tanto, en el frente internacional, Paz defendió los resultados de su gira por Estados Unidos, en la que se reunió con representantes del Departamento de Estado, del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, del Banco Interamericano de Desarrollo y de la Cámara de Comercio de ese país. “Ha sido un éxito. Se ha garantizado que el 8 de noviembre, si somos gobierno por voluntad popular, Bolivia no va a tener problemas de abastecimiento de diésel ni gasolina en los siguientes tres meses, lo cual es fundamental para sectores como el agro”, afirmó el candidato durante su conferencia en Santa Cruz.
El postulante del PDC remarcó que su equipo no viajó a pedir financiamiento, sino a presentar un plan de gobierno. “Fuimos claros: no hemos ido a pedir plata al FMI, al Banco Mundial ni al BID. Hemos ido a explicar de qué manera vamos a trabajar coordinadamente, con una visión de ‘capitalismo para todos’, un capitalismo productivo y no de consumo”, explicó.Paz recordó además que, antes de la ruptura con Estados Unidos bajo los gobiernos del MAS, Bolivia exportaba por valor de 500 millones de dólares y generaba unos 40 mil empleos, cifras que cayeron drásticamente tras el quiebre diplomático. “Nuestra propuesta busca recuperar esas relaciones y abrir nuevamente mercados”, indicó.
Según Paz, en Miami, la delegación del PDC también expuso ante empresarios las futuras normativas bolivianas en minería, hidrocarburos y evaporíticos, además de oportunidades en infraestructura y transporte. “Se cerró con dos visitas trascendentales: la Cámara de Comercio de Estados Unidos, ubicada frente a la Casa Blanca, y el Departamento de Estado.
Allí planteamos con claridad la prioridad de garantizar combustibles en los primeros meses de gobierno”, agregó.
El mensaje final del candidato fue categórico: “Bolivia, siendo yo presidente electo, el 8 de noviembre no va a faltar hidrocarburos. No va a faltar diésel, no va a faltar gasolina”.
