La vulneración de los derechos laborales continúa en el país. En los primeros 105 días de este año, en Bolivia los trabajadores se movilizaron en 60 oportunidades, de acuerdo a un registro realizado por el Observatorio Boliviano de Derechos Laborales y Seguridad Social (Obess) del Cedla.
Los datos son del primer cuatrimestre del año. Actualmente, en Cochabamba trabajadores de IMBA están movilizados por más de un mes en demanda del pago de seis meses de salario. Se trata de 266 afectados, de los cuales el 80 por ciento son mujeres.
Según la institución, este año es de lucha para los trabajadores del país. Desde enero, maestros, fabriles, personal de salud, obreros de la construcción, mineros, funcionarios municipales y de empresas públicas recurrieron a marchas, bloqueos, paros, huelgas de hambre y mítines para que sus demandas sean escuchadas.
En total, hasta el 15 de abril de este año, se reportó 60 movilizaciones en los diferentes departamentos del país, de acuerdo a un registro realizado por el Cedla. Las principales demandas son la reincorporación del personal despedido ilegalmente, cumplimiento de los acuerdos y sentencias favorables a los trabajadores, pago de salarios y beneficios sociales adeudados, incremento salarial, estabilidad laboral, asignación de más ítems y presupuesto para el sector (en el caso de maestros y trabajadores del sector salud).
La pandemia destruyó de manera abrupta empleos y la situación no mejora. Las mujeres, jóvenes y trabajadores informales son los más afectados por la crisis.
El efecto más visible es la disminución de los ingresos de los trabajadores y el aumento del desempleo abierto, para fines de 2021, pero los nuevos empleos tienen una creciente precariedad laboral, especialmente los trabajos por cuenta propia en micro o pequeñas unidades económicas, donde predominan los salarios más bajos, las peores condiciones laborales y un menor acceso a protección social.
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