FMI prevé bajo crecimiento e inflación de más del 20% en Bolivia

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó su informe Perspectivas Económicas Mundiales, en el que proyecta que Bolivia enfrentará en 2025 uno de los desempeños más débiles de América Latina y el Caribe, con un crecimiento económico de 0,6% y una inflación de 20,8%, cifras que colocan al país entre los más rezagados de la región.

Según el organismo, el crecimiento regional se situará en 2,4% este año, mientras que Sudamérica avanzará 2,3%. Solo Venezuela y Haití registrarían resultados peores, con 0,5% y decrecimiento de -3,1%, respectivamente. Bolivia no presentó proyecciones para 2026, 2027 o 2030, a diferencia de la región, lo que genera incertidumbre sobre la evolución de su economía en el mediano plazo.

En materia de inflación, Bolivia sería la cuarta economía más inflacionaria de Latinoamérica, detrás de Venezuela, Argentina y Haití. El FMI remarca que la inflación promedio regional se proyecta en 7,6% para 2025, descendiendo a 5% en 2026 y 3,6% en 2030.

El economista Fernando Romero señaló que estas cifras reflejan un escenario de estanflación, caracterizado por bajo crecimiento y alta inflación simultánea, que podría generar recesión si persiste el desequilibrio fiscal y monetario.

“El informe del FMI muestra que Bolivia enfrentará rendimientos económicos menos favorables que la mayoría de la región. La falta de proyecciones futuras podría deberse a la limitada transparencia económica del país o al temor de generar incertidumbre en un escenario político y financiero volátil”, indicó Romero.

El análisis también subraya la importancia de la decisión del próximo gobierno frente al FMI. Mientras el expresidente Jorge Quiroga plantea acudir al organismo para obtener financiamiento externo y mitigar problemas de inflación y liquidez, Rodrigo Paz optaría por ajustes fiscales internos sin recurrir al FMI, buscando eficiencia en el gasto público.

“El FMI permanecerá al margen, dejando que sea la población y las autoridades las que decidan si recurrir a este organismo como fuente de liquidez para estabilizar la economía”, concluyó Romero.

En la actualidad, Bolivia enfrenta un 2025 económico crítico, con riesgo de estanflación, baja inversión y alta presión sobre los precios internos, mientras la política fiscal y monetaria será clave para determinar la dirección de su recuperación.

El Deber