De 174 plantas planificadas por la administración del MAS, 60 son inviables, y de las que aún están en construcción, la mayoría, el Gobierno recibirá solo “carcasas” pese a la anunciada industrialización.

“Hemos hablado hace pocos minutos con el ministro (de Desarrollo Productivo y Economía Plural) Oscar Mario Justiniano. También está muy preocupado por las plantas, muchas de las cuales están bajo esta oficina, van a recibir carcasas. ¿Cuando hablo de carcasas a qué me refiero? Que el Gobierno va a comenzar a recibir paredes y techos”, afirmó este martes en Correo del Sur Radio (FM 90.1) el director ejecutivo de la Oficina Técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública (OFEP), Pablo Camacho.
El lunes, el Gobierno presentó un informe sobre el daño económico provocado con empresas y plantas estatales, que cifró en 2.595 millones de dólares.
Según el documento, el daño provocado por las planas asciende a $us 1.132 millones.
Se planificaron 174 plantas, solo se entregaron 40 y de esas apenas 19 están en funcionamiento. Hay 134 en construcción y de ellas 41 están en situación crítica y/o no ejecutable. Finalmente, otras 60 plantas son calificadas como inviables por la administración actual.
¿QUÉ HACER?
¿El Gobierno está dispuesto a recibir las carcasas de las plantas en construcción?
“Hay que hacer un trabajo complejo porque primero tenemos que determinar quién tomó la decisión de hacer estas plantas, si hubo un estudio previo o fue al calor del momento (…); si lo que se licitó, se recibió, y luego habrá que hacer auditorías técnicas económicas financieras para ver la situación real de estas plantas”, respondió el funcionario, expresidente de la Cámara Nacional de Industrias.
A la reiteración de la pregunta, recordó que está en juego “la fe del Estado”. “Habrá que ver qué se va a hacer. Es muy pronto, pero acá viene la gran interrogante a los bolivianos: ¿Continuamos generándole déficit al país? ¿Qué hacemos con estas empresas?”, devolvió la consulta.
Remarcó que hay plantas con trabajadores que no están operando, otras sin energía que solo funcionaron para la inauguración con generador, un tercer grupo sobredimensionadas respecto a su capacidad de producción, entre otros casos.
“Son parte de los elefantes blancos que nos deja la mal llamada industrialización con sustitución de importaciones”, disparó Camacho.
Salvo en el caso de las empresas que el Gobierno denominó “zombies” porque operan en quiebra técnica, las autoridades no quieren hablar por ahora de cierres de estas entidades, aunque sí anunciaron como primeras acciones “cerrar el grifo” y realizar auditorías. Lo primero busca una reingeniería fiscal, es decir, parar el desangramiento de recursos, reestructurar las empresas públicas y garantizar su viabilidad fiscal.
Es de conocimiento público que varias plantas se construyeron en convenio con los municipios. Ante una consulta de Correo del Sur Radio, el Director de la OFEP anticipó que habrá coordinación.
“Seguramente vamos a coordinar, ver la mejor forma para contar con la información y poder tener la mejor toma de decisiones oportuna”.
Como lo dijeron el lunes, reiteró que deberán hacer viajes a donde están emplazadas plantas y empresas.
No hay plazos, pero tampoco tiempo, remarcó.
EL CASO DE TURCO
Pablo Camacho
DIRECTOR OFEP
Tenemos una planta en Turco, por ejemplo, que es tan grande –la concepción fue buena porque era para procesar la llama y sus derivados– que si la hacen operar, en pocos meses vamos a quedar sin llamas en toda la región. No se han preocupado de mejorar la genética, la producción, la alimentación, etcétera”.
Luis Arce inauguró en febrero de este año la Planta Industrial de Camélidos en Turco, Oruro, con una inversión superior a los Bs 73 millones. Justamente, a inicios de este mes los productores reportaron que el funcionamiento estaba pendiente y presentaron un pliego petitorio al presidente Rodrigo Paz en el que incluyeron la activación de la planta.
¿Y Envibol?
“La situación de Envibol también es crítica. Permanentemente hemos venido recibiendo críticas hasta de relacionamiento con los compradores”, remarcó el director ejecutivo de la Oficina Técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública, Pablo Camacho, a propósito de la Empresa de Envases de Vidrio de Bolivia emplazada en Zudáñez, Chuquisaca.
En el informe presentado al país, Envibol está en la lista de “14 empresas inviables que fundieron $us 2.205 millones”, en referencia a su financiamiento con créditos del Banco Central de Bolivia (BCB) y las reservas internacionales. Le aprobaron y desembolsaron $us 396,5 millones.
Camacho recordó que cuando presidía la Cámara Nacional de Industrias tuvo que acudir a ministros ante las quejas de sus asociados por la demora en la firma de contratos y entregas.
Apuntó que afronta la imposibilidad de importar materia prima.
Durante los últimos años, Envibol reportó utilidades, pero sin referirse a su deuda con el BCB.
Correo Del Sur
