Como un “veto a la democracia interna”, así calificó el Gobierno a la resolución que emitió la Dirección Nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS), que prohíbe a las autoridades designadas y los funcionarios públicos participar de los congresos del partido oficialista, y advirtió que “algunas” personas están “envenenando” al jefe nacional del partido, Evo Morales, con mentiras y chismes para ocasionar la división

La posición fue fijada por la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, a tiempo de rechazar además las declaraciones que hizo el vicepresidente nacional de MAS, Gerardo García, sobre presuntos afanes de atentar contra la vida del exmandatario.
“El comunicado de nuestra dirección nacional con relación a nuestra participación en congresos y ampliados es un error histórico, es un veto a la democracia interna que en momentos como éstos necesita ser más fortalecida que nunca”, dijo en conferencia de prensa.
Según Prada, el “único veneno” que se está sembrando y que puede ocasionar un daño “irreversible” en torno a la continuidad del denominado proceso de cambio es el fraccionamiento del movimiento popular.
“No somos traidores del MAS-IPSP; somos militantes del MAS-IPSP”, remarcó Prada.
Los Tiempos