Histórica definición: Paz Pereira recibe el apoyo de Doria Medina

Bolivia entra en un terreno desconocido en su vida democrática: la segunda vuelta electoral. Tras los resultados de las elecciones generales del 17 de agosto de 2025, ningún candidato alcanzó la mayoría necesaria para acceder directamente a la jefatura del Gobierno, lo que activa, por primera vez en la historia del país, el mecanismo de balotaje previsto en la Constitución Política del Estado (CPE). Este hecho marca un punto de inflexión en la manera de elegir al primer mandatario y reafirma la necesidad de que los actores políticos e institucionales se conduzcan con apego a las reglas democráticas.

El dato que sorprendió a todos fue la irrupción de Rodrigo Paz Pereira, que logró un resultado inesperado y se colocó en la disputa nacional, dejando en el camino a Samuel Doria Medina, uno de los favoritos al inicio de la campaña. La derrota del empresario paceño fue tan inesperada como reveladora: el electorado mostró que las certezas de las encuestas y las élites no siempre coinciden con el veredicto popular. 

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) emitirá la convocatoria oficial el 31 de agosto, dando inicio a un calendario que se extenderá hasta el 19 de octubre, día de la jornada decisiva. Desde entonces, el país vivirá semanas intensas, con campañas sin pausa, debates y el despliegue logístico más complejo que haya asumido la autoridad electoral en dos décadas. El reto es garantizar transparencia, equidad y cumplimiento estricto de la normativa en un escenario de polarización y expectativas ciudadanas al límite. 

La CPE, en su artículo 166, establece que si ningún candidato supera la mayoría absoluta en primera vuelta, se convoca a un balotaje entre los dos más votados. En este caso, las cifras preliminares reflejan una contienda cerrada: Rodrigo Paz Pereira dio la sorpresa con un respaldo decisivo del 31,9%, mientras que Jorge Tuto Quiroga alcanzó 27%. y Samuel Doria Medina, con apenas el 20,2% quedó fuera de la competencia, reconfigurando el tablero político rumbo al balotaje. 

El TSE recordó que la segunda vuelta es un mandato constitucional y que todas las actividades deben ajustarse al reglamento aprobado para garantizar la integridad del proceso. La institución destacó que el compromiso es ofrecer certeza, legalidad y transparencia, en una elección inédita para Bolivia. 

El calendario electoral incluye varias etapas clave. La difusión de estudios de opinión estará permitida entre el 31 de agosto y el 12 de octubre. Durante ese periodo se anticipa una avalancha de encuestas que marcarán tendencias, definirán estrategias y tensarán aún más la competencia. En paralelo, la propaganda electoral —en actos públicos y medios de comunicación— podrá realizarse hasta el 15 de octubre. Las calles, plazas y redes sociales se convertirán nuevamente en escenarios de disputa simbólica y política. A diferencia de la primera vuelta, la batalla se reducirá a dos frentes: la coalición emergente de Rodrigo Paz y la candidatura de Quiroga, ambas con liderazgos que generan adhesiones y rechazos a partes iguales. 

Las características de los contendores anticipan campañas intensas. Rodrigo Paz Pereira, relegado durante la campaña por las élites y sorprendentemente fortalecido en las urnas, deberá articular un discurso de renovación y apertura. Jorge Quiroga, expresidente y figura con amplio recorrido, buscará proyectarse como un estadista con mano firme, capaz de impulsar reformas institucionales y liderar la transición hacia un nuevo ciclo político.

El camino hacia la segunda vuelta contempla actividades como la designación de jurados, impresión de papeletas, la entrega de credenciales a las autoridades electas el 5 de noviembre y la posesión del nuevo Presidente y Vicepresidente el 8 del mismo mes. Así, Bolivia conocerá a sus nuevas autoridades apenas tres meses después de la histórica jornada del 17 de agosto.

El Deber