La crisis de la basura en Cochabamba deriva en violencia y se cobra dos vidas

La región metropolitana de Cochabamba vive una de las peores crisis por el tratamiento de residuos sólidos de los últimos años. Lo que empezó como un desacuerdo territorial por el botadero de Cotapachi derivó, este lunes, en un violento enfrentamiento entre policías y comunarios que dejó dos fallecidos y más de una decena de heridos, incluidos agentes de la UTOP. El conflicto —que se arrastra desde abril— ha generado varias tensiones.

Ante el anuncio del cierre del botadero de K’ara K’ara, utilizado por el municipio de Cercado —la capital del departamento de Cochabamba— se habilitó una celda de contingencia en Cotapachi, en Colcapirhua, como medida temporal para recibir los residuos de los algunos municipios de la región metropolitana. Sin embargo, los pobladores del distrito rechazaron desde el inicio recibir residuos ajenos.

“Nunca nos consultaron y no queremos basura que no es de Colcapirhua”, reclamaron dirigentes durante las movilizaciones de mayo, cuando un primer bloqueo de tres semanas provocó una crisis sanitaria.

Siete meses después, las tensiones resurgieron. Desde finales de noviembre, comunarios de Cotapachi instalaron un bloqueo permanente en el ingreso al vertedero. El cierre total impidió que los camiones recolectores ingresaran y generó la acumulación de basura en calles.

Más de 70 OTB (Organizaciones Territoriales de Base), juntas vecinales y autoridades locales marcharon hasta la plaza principal para exigir que se cumpla una acción popular que prohíbe bloquear el botadero. “Estamos ante un riesgo sanitario inminente”, advirtió el alcalde de Colcapirhua, Nelson Gallinate, en declaraciones previas al estallido de la violencia.

El primer episodio grave ocurrió el 4 de diciembre, cuando funcionarios municipales y vecinos intentaron despejar el ingreso al vertedero. El choque con los bloqueadores dejó 20 heridos. Ese día, los movilizados afirmaron que “la Alcaldía quiere imponernos un botadero sin límites claros”, mientras la municipalidad denunció agresiones y daños a vehículos.

La jornada más crítica se vivió este lunes 8 de diciembre, cuando un contingente policial llegó al botadero de Cotapachi para intentar levantar el bloqueo que cumplía 12 días. Los manifestantes respondieron con petardos y dinamita como advertencia y la Policía empleó agentes químicos para dispersarlos. Según los reportes preliminares, el enfrentamiento dejó dos personas fallecidas y entre ocho y diez heridos, además de dos policías lesionados.

El director del Hospital Benigno Sánchez de Quillacollo, Julio César Borosco, confirmó el fallecimiento dos personas por impacto de arma de fuego, mientras que el Ministerio Público aún deberá establecer las circunstancias y los detalles de esos decesos.

Versiones de los vecinos sostienen que en medio del operativo hubo disparos de arma de fuego.

El hijo de una de las víctimas declaró a medios locales: “Había grupos de choque y le han disparado a mi papá. Esto no puede quedar así”. De igual modo, el hermano de una de las personas que perdió la vida dijo que la violencia estalló cuando ya no había bloqueos.

Desde la zona, el abogado Eduardo Mérida pidió la intervención inmediata de la FELCC para investigar si hubo abuso policial o participación de terceros armados.

La Policía, por su parte, informó que actuó en respuesta a ataques con explosivos artesanales. Un reporte preliminar señala que los movilizados “amedrentaron a los uniformados con petardos y cohetes”, lo que derivó en el uso de gas lacrimógeno.

El comandante departamental de Cochabamba, Alejandro Basto Rodríguez, se trasladó al punto de conflicto para verificar la situación y confirmar si efectivamente hubo policías retenidos por los manifestantes, como trascendió inicialmente.

Horas antes del choque, el alcalde Nelson Gallinate había difundido un video mostrando el ingreso de los carros basureros al botadero y agradeciendo a la Policía por el apoyo. “Ya estamos restableciendo el servicio de recojo de basura”, aseguró.

Los pobladores de Cotapachi mantienen tres exigencias centrales. Definir los límites del botadero, garantizar que no se reciba basura del Cercado y establecer un plan ambiental integral para mitigar los impactos en la zona. Además, exigen que se esclarezcan las muertes y se investigue el operativo policial.

La Policía también se mantiene movilizada en las zonas aledañas a la zona del conflicto del área metropolitana de Cochabamba.

El Deber