El año pasado, Bolivia registró un nivel récord de exportaciones que alcanzaron a 13.586 millones de dólares (sin reexportaciones y efectos personales), un 23,7% más que en 2021. Pero las importaciones de combustibles y lubricantes llegaron a niveles históricos con un valor de 4.365,4 millones de dólares, un 94% más, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Para este año el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) ve un contexto internacional complicado, pero considera que con buenas políticas se pueden seguir impulsando las ventas de productos no tradicionales con éxito.
“La reconstrucción económica no se detiene! En 2022, el valor de nuestras exportaciones alcanzó un récord histórico de $us 13.653 millones, con un 23,2% de incremento respecto a 2021, y por tercer año consecutivo registramos superávit comercial, esta vez de $us 603 millones”, publicó el presidente Luis Arce en sus redes sociales.
El director del INE, Humberto Arandia, informó que las exportaciones no tradicionales fueron el principal factor para alcanzar el récord. “Destacar que en 2022 se registró el récord histórico de exportaciones logrando 13.653 millones de dólares con un crecimiento de 23,2% con relación a 2021. El aspecto más importante y relevante es que las exportaciones no tradicionales fueron el principal determinante para este récord ya que crecieron en 42,5%, también un record”, destacó.
La balanza comercial en 2022 registró un superávit de 603 millones de dólares, suma inferior a los 1.461,7 millones de dólares reportados en 2021. En las exportaciones no tradicionales resalta la soya y derivados, es decir grano, harina, torta, aceites que crecieron en 62% hasta 2.200 millones de dólares.
También figuran las ventas de úrea y derivados de evaporíticos como el carbonato de litio, que aumentaron de 41 millones de dólares en 2021 a 231 millones de dólares. Las importaciones totales del país sumaron el año pasado 13.049,4 millones de dólares, un 35,7% más que en 2021.
Arandia sostuvo que en las compras externas se debe ponderar el incremento en 18% de los suministros industriales y los bienes de capital en 31,3% donde aumentaron las internaciones de plantas de tratamiento de filtros de aire y otros, excavadoras, palas cargadoras, compactadoras y motoniveladoras orientadas a mejorar y elevar la producción.
Las importaciones que registraron el mayor incremento fueron las de combustibles y derivados con un valor de 4.365,4 millones de dólares, un aumento de 94% con relación a 2021.
Al respecto, Arandia sostuvo que en volumen representa un crecimiento de 11% y que estas compras crecieron en valor sobre todo por el precio. “Desde un punto de vista de los grupos que se benefician con la subvención a los hidrocarburos, se encuentra por ejemplo el soyero, que aumentó sus exportaciones en un 62%. Este incremento en las importaciones de combustibles favoreció en gran medida al desempeño de las exportaciones del sector no tradicional”, remarcó el director del INE.
Venta de minerales y otros productos
Las ventas de minerales llegaron a 2.942,3 millones de dólares, un 11% más. Destacan la comercialización de zinc, 1.818,1 millones de dólares y plata, 750,3 millones de dólares, aunque las ventas de este metal bajaron en 13,7%.
En la categoría de productos manufacturados, las exportaciones de oro metálico llegaron a 3.000 millones de dólares, un 17,6% más que en 2021 y las ventas de estaño metálico a 511,3 millones de dólares, un 0,8% más.
Se exportó úrea granulada por 192,9 millones de dólares, un 531% más que en 2021, carne bovina por 128,4 millones de dólares, un 30,7% más, cloruro de potasio por 25 millones de dólares, un 159,1% más.
Perspectivas
La gerente técnico del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), María Esther Peña, resaltó que el año pasado las exportaciones no tradicionales contribuyeron con su aporte a alcanzar un nuevo récord de ventas.
Los productos no tradicionales que se vendieron al mundo registraron más de 3.800 millones de dólares y destacan la soya y derivados con 2.200 millones; castaña, girasol, carne bovina, maderas y manufacturas, entre otros.
Para la gerente técnico del IBCE, este año es muy duro porque el mundo se enfrenta a una inflación alta y a los efectos del cambio climático. “Las sequías, inundaciones afectan a la producción de los países y eso hace que este sea un año difícil. Pero con buenas políticas de apoyo al sector exportador de productos agrícolas, maderas, agroforestales, estos sectores pueden aportar en un buen porcentaje a la economía boliviana”, subrayó Peña.
“Las sequías, inundaciones afectan a la producción de los países y eso hace que este sea un año difícil”
María Esther Peña, gerente técnico del IBCE.
Recordó que este sector no tradicional es el segundo en exportaciones luego de la minería, lo que demuestra que con un buen trabajo en el área productiva se puede mejorar la economía en el corto plazo. “El futuro del país, del aumento de exportaciones y atraer divisas para mejorar las Reservas Internacionales Netas (RIN) viene de la mano de los productos de exportación no tradicionales. Las políticas públicas deben apuntar a asegurar mercados como se hizo con China para la carne, se necesita desarrollar la biotecnología para que ayude a los productores a hacer frente a la sequía o ataque de insectos”, explicó.
También se necesita, en criterio de Peña, eliminar los cupos de exportación ya que las exportaciones no tradicionales ayudan a la economía del país y con solo el 20% de la producción de abastece el mercado interno y el 80% se exporta.
Página Siete
