La expresidenta Jeanine Áñez recuperó este jueves su libertad, luego de cuatro años y ocho meses de deteción por acusaciones vinculadas a la crisis de 2019.

Salió por la puerta principal del Centro de Orientación Femenina de Miraflores en la ciudad de La Paz, con una bandera de Bolivia en la mano y acompañada por sus hijos Carolina y José Armando Ribera.
En sus primeras declaraciones fuera de la cárcel, Áñez ratificó que en 2019 «en este país jamás hubo un golpe de Estado, lo que hubo fue un fraude electoral» que llevó a los bolivianos a «reclamar» que el voto en las elecciones generales de ese año «sea respetado».
Las primeras frases de Jeanine Áñez:
“En este país jamás hubo un golpe de Estado, lo que hubo fue un fraude electoral, que nos llevó a todos los bolivianos a reclamar nuestros derechos, a que nuestro voto sea respetado”.
“Jamás voy a arrepentirme de haber servido a mi patria, cuando mi patria lo necesitó”.
“Se tuvo que ir el monstruo para que se reconozca que en este país no hubo un golpe de Estado (…) se tuvo que ir el monstruo para que los administradores de justicia pudieran actuar conforme a la norma”.
“Yo me siento muy tranquila, tengo que decirles que tengo la frente en alto porque no tengo ninguna cola, ni un dedo que me apunte”.
“Yo puedo ver a los ojos a todas las personas, porque aunque el régimen me acusó, me abrió nueve procesos no pudieron encontrarme ni un hecho de corrupción”.
“Probablemente, no tuve apoyo institucional porque no pertenezco a ningún partido político”.
“Servir a mi patria fue lo que provocó que ellos (sus hijos) también sufran los las consecuencias de manera totalmente inmerecida”.
Correo Del Sur
