Marset: del fútbol y negocios al círculo evangélico; vinculado con 2 ‘pastores’

A 12 días de la fuga de Sebastián Enrique Marset Cabrera, también conocido como el “hombre de las mil caras”, se continúa revelando información sobre él. El narcotraficante uruguayo, quien decidió esconderse en Bolivia, ha estado involucrado en diversas actividades delictivas desde una temprana edad. Comenzó robando autopartes a los 13 años en Uruguay, para luego asociarse con pastores de iglesias evangélicas en Paraguay, como José Alberto Insfrán Galeano y Javier Rojas. Además, creó fundaciones y se involucró en el mundo del fútbol, espectáculos, ganadería y compra y venta de autos y bienes inmuebles, todo como parte de un esquema de lavado de dinero proveniente del narcotráfico. Hay dos teorías sobre su paradero.

El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, reveló ayer esta información durante una conferencia de prensa en la que también estuvieron presentes los viceministros de Régimen Interior y Policía y de Seguridad Ciudadana, Jhonny Aguilera y Roberto Ríos, respectivamente.

Según Mamani, Marset se encontraba en Bolivia con 13 miembros de su familia, incluyendo su esposa, hijos, hermana, hermanastro y familia política. Un total de 21 personas han sido llevadas ante un juez cautelar por presuntos vínculos con el narcotraficante, de las cuales 16 están en detención preventiva y hay 37 personas bajo investigación. Además, se han realizado 43 allanamientos y se han secuestrado 13 propiedades, 17 fusiles, 2 pistolas, 2 rifles de caza, 1.883 proyectiles de diferentes calibres, 29 cargadores de fusil, 4 chalecos antibalas, una motocicleta, 49 autos, 4 cuadratracks, 1 vehículo teryx, 21 celulares, 3 cajas fuertes y dinero en efectivo (40 mil bolivianos y 400 mil dólares), lo que se estima que han afectado a Marset en más de 9 millones de dólares. También se han rescatado animales silvestres y domésticos que se encontraban en las propiedades intervenidas.

El viceministro enfatizó que se está trabajando en paralelo para desmantelar la organización de Marset, la cual se dedicaba al tráfico de drogas. El clan utilizaba el transporte aéreo para llevar droga hasta Paraguay, y posteriormente utilizaba el transporte terrestre y marítimo para llegar a los mercados europeos. Utilizaba los mismos métodos en Bolivia.

Según las autoridades, Bolivia mantiene una estrecha coordinación y un fluido intercambio de información con Brasil, Paraguay y Uruguay. Los viceministros han viajado a estos países en días anteriores para coordinar acciones en relación al caso Marset. Aguilera indicó que existen dos teorías sobre su paradero; podría seguir en Bolivia, por lo que se están llevando a cabo operativos más exhaustivos en dos zonas, o ya podría haber abandonado el país.

DOCUMENTOS EN 12 DÍAS

En un plazo de tan solo 12 días en 2019, Marset logró obtener su certificado de nacimiento, carnet de identidad y pasaporte.

Según Mamani, el narcotraficante ingresó a Bolivia el 25 de octubre de 2018 usando el nombre de Sebastián Marset. Meses después, el 11 de abril de 2019, obtuvo su certificado de nacimiento, tan solo seis días después, el 17, logró conseguir su carnet de identidad y cinco días más tarde, el 22, ya contaba con su pasaporte bajo la identidad falsa de Gabriel De Souza Beumer, quien se supone era de nacionalidad boliviana.

Marset utilizaba al menos tres identidades diferentes; su identidad original y dos identidades falsas correspondientes a Gabriel de Souza Beumer (boliviano) y Luis Paulo Amorím Santos (brasileño). Con esta última identidad, ingresó a Bolivia el 8 de abril de este año, siendo el único nombre que no estaba marcado para su búsqueda.

El narcotraficante, de 32 años de edad, es considerado de “alto valor”. Tiene órdenes de captura emitidas por Europol e Interpol, así como requisitos legales en Brasil, Paraguay y por la DEA de Estados Unidos.

Opinión

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