Una madre pasa un calvario en busca de justicia para su hija, médico residente, víctima de violación, en Cochabamba. La vida de su hija, de 29 años, dio un giro inesperado cuando acudió el 26 de junio de 2021 a una fiesta organizada por Edwin Filemón F.R., especialista en Anatomía Patológica, quien luego fue imputado como presunto autor de la agresión sexual. En febrero de este año, un juez determinó que el sindicado cumpla detención domiciliaria sin custodios y con derecho al trabajo, entre otras medidas de carácter personal. A nueve meses del hecho, se prevé que hoy se realice la inspección en la vivienda del procesado.

La madre de la médico residente refirió que el hecho de violencia sexual provocó en su hija ataques de pánico, crisis de ansiedad y ha tenido que recibir tratamiento psiquiátrico. Al principio, la joven se negaba a denunciar porque sentía verguenza y temía represalías, pero luego su madre la convenció de iniciar el proceso para que este no sea otro caso más que quedé en la impunidad; sin embargo, consideran que la investigación no está avanzando de manera óptima y claman por justicia.
La víctima aún no ha podido superar lo ocurrido en la fiesta convocada por el médico, de 51 años, quien la invitó a ella y a otras seis personas más para celebrar el “aniversario de su divorcio”. Ella se sintió presionada y asistió al evento porque realizaba rotación externa en el laboratorio del ahora imputado, quien además tenía amistad con las médicos del hospital público donde ella realizaba su residencia y temía que le pusieran baja calificación.
Ese 26 de junio de 2021, la joven llegó al promediar las 15:00 a la vivienda de Edwin Filemón F.R. , donde compartieron un plato y algunas bebidas alcohólicas. Unas tres horas después, la víctima comenzó a sentirse mal y se sentó en un sofá. Dos personas, una mujer y un hombre, acompañaron a la joven al baño para que se refrescara y pudiera reaccionar, pero ella no podía mantenerse de pie por lo que pidieron al anfitrión que disponga una habitación donde pueda descansar hasta recuperarse.
Al promediar las 04:15 del 27 de junio, la médico residente despertó en una cama desnuda y se percató que Edwin Filemón F.R. estaba, en las mismas condiciones, recostado a su lado. Ella se asustó, buscó sus prendas de vestir y se comunicó con su mamá, quien no durmió y le realizó muchas llamadas durante toda la noche, para decirle que pronto llegaría a su hogar. También le escribió a una de sus amistades porque temía por su integridad.
La joven no recordaba lo que había pasado y le preguntó al médico especialista sobre lo ocurrido esa noche, pero él le dijo que no había pasado nada entre ellos. Sin embargo, la pericia biológica estableció la presencia de antígeno prostático específico, según el documento de imputación.
La víctima le contó a su mamá que se sirvió un plato junto al anfitrión de la fiesta y los otros invitados y, unos minutos después, perdió la consciencia. Le hizo conocer la situación en la que despertó y presumía que había sido víctima de abuso sexual. Su madre le dijo que debían denunciar el hecho, pero ella estaba sumamente afectada y solo quería quedarse en su habitación sin siquiera tener contacto con su padre o hermano. Finalmente, fue valorada y formalizaron la demanda.
Los testigos coincidieron en sus declaraciones ante la Fiscalía. Dijeron que la médico residente estaba en completo estado de ebriedad y no podía sostenerse de pie e incluso se había caído. “La víctima no se encontraba consciente, sin voluntad y anulada su capacidad de consentimiento. (Su estado) fue aprovechado por el denunciado para agredirla sexualmente”, dice parte de la fundamentación jurídica.
La madre de la joven dijo que su hija fue dopada y violada y, desde entonces, ha tenido que velar por su seguridad y seguir el proceso que atormenta a la profesional.
Redacción
