El ejecutivo de la Confederación Nacional de Panificadores, Rubén Ríos, amenazó con dejar de producir pan de batalla en protesta por los retrasos del Gobierno en la entrega de harina subvencionada al sector, como se comprometió en enero pasado.
“Nosotros vamos a dejar de elaborar y vamos a trabajar con harina del mercado negro, que es otro precio”, indicó el dirigente y explicó que los responsables designados por el Gobierno para hacer seguimiento a ese suministro apenas han entregado la mitad de la harina comprometida al sector durante el mes de junio. “Ya nos deberían harina de mes y medio al sector panificador, por lo que directamente va a desaparecer el pan de batalla”, sostuvo.
En enero, al término de una dura negociación con el Gobierno y después de haber cumplido un paro de actividades, el sector panificador aceptó congelar el precio del pan de batalla en 50 centavos. Las autoridades se comprometieron a entregar 123.000 quintales de azúcar, 144.000 cajas de manteca de 16 kilos y 48 mil cajas de levadura subvencionados al sector.
Además, el Gobierno se comprometió entonces a mantener una provisión de 2,5 millones quintales de harina de trigo a los panificadores, que pedían 3,5 millones de quintales para todo el país.
Ríos explicó que de no recibir el flujo comprometido de suministros, el sector se verá obligado a elevar el precio de pan de batalla, pese a su compromiso de mantenerlo congelado.
“Mantener a 50 centavos el pan de batalla es imposible, esto tendría que llegar a un boliviano o por encima de un boliviano, porque en el mercado paralelo no está establecido un precio fijo”, dijo.
Anunció, además, que para el lunes que viene se ha convocando a un ampliado nacional de representantes del sector con el propósito de evaluar el incumplimiento del Gobierno y la posible elevación del precio del pan.
El Deber