Sucedió durante la presentación de sus cartas credenciales en el Vaticano. La embajadora de Bolivia ante la Santa Sede, Teresa Subieta, llamó “Papa hermoso” a Francisco, se arrodilló para saludarlo y luego le regaló una estola con matices de aguayos.
“Papa hermoso. El saludo de mi pueblo, Bolivia. El pueblo que lo ama, que lo quiere”, señaló Subieta, según un reporte de Rome Reports.
El Santo Padre respondió: “Pueblo noble”, en alusión al país.
Luego, la diplomática le entregó la estola, pero Francisco, que aún se moviliza en silla de ruedas, no pudo acomodársela, por ello recibió la ayuda de la exdelegada defensorial.
Antes de ese cargo, miembro de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (Apdhb), activista y dirigente universitaria. Estuvo en medio de la polémica por su presunta vinculación con el Movimiento Al Socialismo (MAS).
Página Siete
