Por qué el protocolo de la transmisión de mando tiene un alto valor democrático

El protocolo que se cumplirá para la Transmisión del Mando Presidencial del próximo 8 de noviembre de 2025 tiene una larga tradición y está vinculado con valores simbólicos y democráticos del país, de acuerdo con un documento guía que presentó esta semana el Laboratorio de Análisis de Políticas, Relaciones Internacionales y Diplomacia (LAPRid).

La entidad que reúne a profesionales especializados en historia y relaciones exteriores señaló, en su informe, que este acto representa la continuidad institucional mediante un traspaso formal, transparente y pacífico del poder entre gobiernos.

“El protocolo y el ceremonial no son formalidades vacías —señala el documento—, sino mecanismos esenciales para preservar la legitimidad y estabilidad del régimen democrático”.

Dentro de ocho días, Rodrigo Paz Pereira y Edmand Lara Montaño jurarán a mediodía como presidente y vicepresidente para un periodo de cinco años. Todo esto en el contexto del nuevo ciclo político que quiere recuperar los símbolos de la unidad regional con los que Bolivia se fundó hace 200 años, según los preparativos que se desarrollan en La Paz, la sede del poder político del país.

Paso a paso

Consultado por EL DEBER, el embajador Marcelo Arias de la Vega, exdirector general de Ceremonial del Estado, explicó que la Asamblea Legislativa es el escenario natural de la transmisión porque los legisladores, “en nombre del pueblo boliviano, deben reconocer, conceder y autorizar el ejercicio del mandato al primer mandatario electo”.

1. El acto se realizará en el nuevo hemiciclo parlamentario inaugurado en 2021, donde el vicepresidente saliente, David Choquehuanca, presidirá la testera. A su derecha se ubicará el presidente saliente, Luis Arce, y junto a él el presidente electo, Rodrigo Paz. A la izquierda del vicepresidente, el vicepresidente electo, Edmand Lara, que será el primero en jurar.

2. Una vez cumplida esa formalidad, el flamante titular de la Asamblea tomará el juramento al presidente electo y le impondrá la banda presidencial y la Medalla de Bolívar.

“La Medalla de Bolívar es el summum de la historia del nacimiento de nuestro país. Está cargada de historia y de simbolismo”, recordó Arias.

3. Tras el juramento y su primer mensaje a la nación, Paz se trasladará al Palacio Quemado, donde recibirá el Bastón de Mando del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Ese gesto, en palabras del embajador, “es el reconocimiento solemne del nuevo Presidente como Capitán General de las Fuerzas Armadas”.

4. Finalizado ese acto, el mandatario saldrá hacia Palacio Quemado, donde recibirá el saludo protocolar de jefes de Estado y delegaciones extranjeras. El escenario del evento será el hall del histórico edificio donde se encuentra un imponente sello que representa a la sede de gobierno.

5. El nuevo mandatario junto a sus invitados especiales y allegados se trasladará al Salón Rojo que está en el segundo nivel de Palacio Quemado. Ese salón cuenta con un balcón que da a la Plaza Murillo. Desde allí, Paz y sus allegados presenciarán los primeros honores militares.

Símbolos

Hasta 2009, se celebraba un Te Deum (misa de acción de gracias) porque el Estado era oficialmente católico; sin embargo, con la nueva Constitución que establece a Bolivia como Estado laico, esta práctica fue eliminada.

Durante el periodo de Evo Morales se incorporó una ceremonia indígena de k’oa, a cargo del Consejo Nacional de Amautas, pero en esta ocasión —señala el LAPRid— no se prevé ningún ritual religioso específico, ya que el presidente electo profesa la fe católica.

Apuntes históricos

Desde 2000 hasta 2025 ningún presidente electo logró concluir su mandato debido a crisis sociales o políticas. Entre ellos, Hugo Banzer dejó el poder por enfermedad; Sánchez de Lozada renunció en 2003 en medio de la “guerra del gas”; Carlos Mesa en 2005 por convulsión social; y más tarde Evo Morales en 2019 tras las denuncias de fraude electoral. Eso sí, Evo gobernó por algo más de 14 años, en tres periodos constitucionales y pretendía gobernar un cuarto.

Por eso, el acto de noviembre se considera el restablecimiento de la normalidad democrática. De ese modo, se ha previsto la llegada de al menos 12 delegaciones internacionales y unos cinco mandatarios de Latinoamérica que ya confirmaron su arribo al país, un hecho que contrasta con la celebración del Bicentenario que se desarrolló en Sucre el pasado mes de agosto.

El Deber